Acara descubierta y sin tapujos, la cúpula del PP tomó ayer partido por Esperanza Aguirre en la disputa que la presidenta autonómica libra con Alberto Ruiz-Gallardón por el control de la organización en Madrid. El secretario general, Angel Acebes, cuestionó primero que el alcalde de Madrid cuente con apoyos suficientes para imponer su lista en el congreso regional, luego le criticó por dañar la "unidad y cohesión" del PP, y al fin le adelantó que no tendrá el respaldo del presidente, Mariano Rajoy.

Acebes hizo ayer añicos la imagen de neutralidad que Rajoy intentó proyectar la víspera. En Avila, donde le preguntaron si la cúpula del PP prevé intervenir para que Gallardón retire la candidatura a la presidencia regional que encabeza su número dos, Manuel Cobo --en pugna con la lista de Aguirre--, Acebes respondió que, cuando "se llega tan lejos", la dirección nacional no debe "pedir favores" ni "debérselos a nadie".

A la dirección del PP "le interesa saber el respaldo y los apoyos que tiene cada quién", comentó Acebes, en alusión a las pocas complicidades que Gallardón concita en el partido. Además de anunciar que la dirección evitará que "se antepongan los intereses personales a los generales", el número dos del PP sentenció que, cuando el alcalde mida sus fuerzas con la presidenta madrileña, "se verá cuánto hay de ruido y cuánto de nueces".

A LA DERECHA Segura de sí misma, Aguirre se declaró ayer "muy respaldada" por la dirección. En ella se escudó al revelar que cumplía órdenes de Acebes cuando se negó a pactar con Gallardón el nuevo secretario general del PP en Madrid. Cobo, por su parte, se definió ayer como "centrista", y situó a su rival "más a la derecha" del PP.