El Gobierno y el PP se lanzaron en tromba ayer contra Pasqual Maragall por haber afirmado que daba crédito a la denuncia del director de Egunkaria , Martxelo Otamendi, de que fue torturado por la Guardia Civil durante su detención tras el cierre del diario. Diversos ministros y altos cargos del PP cargaron contra el presidente de los socialistas catalanes, exigieron al PSOE que le desautorice y cuestionaron la fidelidad de este partido al pacto antiterrorista.

El secretario general del PP y ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, exigió al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que diga "con toda nitidez si respalda o desautoriza expresamente las declaraciones de Maragall". El ministro de Justicia, José María Michavila, calificó a Maragall de "persona muy frívola" y le instó a acudir a un juzgado si tiene pruebas de las torturas y, si no, le exigió que rectifique "esa gravísima frivolidad".

Para el coordinador de comunicación del PP, Rafael Hernando, la postura de Maragall constituye "un disparate" que "cuestiona" el pacto antiterrorista.

El presidente del PSC se reafirmó ayer en sus palabras del lunes. Reiteró que da crédito a Otamendi e insistió en que expresó su opinión a título personal y que, en por tanto, no implica a su partido. Mientras, la cúpula del PSOE guardaba silencio al respecto.

EDICION DE ´EGUNERO´

Egunero abandonó ayer por primera vez su condición de monográfico y salió a la venta con una edición de 20 páginas que contienen las secciones habituales de cualquier diario. Egunero empezó a publicarse el día siguiente del cierre cautelar del diario Egunkaria , al que la justicia vincula con ETA.