El PP no ha recibido de buen grado la decisión de Alberto Ruiz-Gallardón de cesar hoy a Fernando Bastarreche como director gerente de la empresa pública Madrid Excelente, por su vinculación con personajes relacionados con la trama que ha bloqueado la formación de un Gobierno de izquierdas en Madrid. En la cúpula del PP se cree que la medida de Gallardón se desvía de la estrategia del partido, que ha cargado sobre el PSOE la única responsabilidad.

El Consejo de Gobierno madrileño que preside Ruiz-Gallardón en funciones procederá hoy al cese de Bastarreche por "quiebra de confianza". Esta se ha producido después de que el cesado, en una conversación con Manuel Cobo, mano derecha del alcalde y aún presidente madrileño, se desvinculara de la reserva de una habitación de hotel para que José Esteban Verdes, abogado y militante del PP, y su esposa, Paloma García Romero, concejala de Madrid, pasaran la noche de bodas.

VERSIONES CONTRADICTORIAS

Bastarreche no sólo dio versiones contradictorias, sino que ocultó a Cobo que él hizo la reserva hotelera a través del empresario Francisco Vázquez. Este aparece vinculado a la trama por sus relaciones con Eduardo Tamayo. Como director de Madrid Excelente, Bastarreche concedió un certificado de calidad a Euroholding, la empresa de Vázquez y Francisco Bravo, militantes del PP.

La dirección del PP se limitó ayer a señalar que el cese era una decisión exclusiva de Ruiz-Gallardón. "Es muy dueño" de adoptar esta resolución, comentó una fuente de la formación. El cese de Bastarreche no debe dar pie a sanciones contra los empresarios Vázquez y Bravo, el abogado Verdes, su esposa o el secretario general del PP madrileño, Ricardo Romero de Tejada, según miembros de la cúpula conservadora, porque el partido no ha perdido la confianza en ellos.

Javier Arenas, que calificó de "correcta" la decisión del alcalde madrileño, y Ana Mato, nueva responsable de organización del PP, rechazaron una investigación interna porque "no hay acusación o imputación" contra otros protagonistas de la trama.

Rodrigo Rato eludió pronunciarse sobre el cese. Sostuvo que el enfrentamiento entre Rafael Simancas y el tránsfuga Tamayo se debe a que el primero "tenía pensado" crear una nueva PSV, la cooperativa de viviendas de UGT, cuyos dirigentes fueron condenados por su mala administración.

El cese de Fernando Bastarreche, una "pieza menor" del entramado, según Rafael Simancas, "no basta". El líder de la Federación Socialista Madrileña (FSM) la consideró sólo un "cortafuegos". "El señor Gallardón sabe que el fuego está llegando a sus pies", apostilló el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera.

Mientras, PP, PSOE e IU intentarán hoy llegar a un acuerdo sobre el alcance que tendrá la comisión de investigación que se forme en el Parlamento madrileño.