Mariano Rajoy dijo ayer que solo iría a la marcha contra ETA del sábado en Madrid si defiende la libertad, condena el atentado, rechaza el diálogo y apuesta por la derrota de ETA. Tras una jornada de indefinición, al final su partido fue tajante. El PP juzga que el acto no recoge estos principios y no respaldará el acto. Quien sí estará presente es el Gobierno, a través de alguno de sus ministros, aunque fuentes de la Moncloa descartaron ayer que José Luis Rodríguez Zapatero participe. La cúpula del PSOE irá en pleno, con su presidente, Manuel Chaves, y el secretario de organización, José Blanco, a la cabeza.

La marcha, convocada por la Federación de Asociaciones de Ecuatorianos en España (FENADEE), UGT y CCOO, cuenta también con el apoyo de IU-ICV, CiU, ERC, y más de 300 asociaciones cívicas y culturales. Y con el mayoritario Sindicato Unificado de Policía (SUP), que considera el acto "neutral y dirigido solo contra los asesinos". De haber juzgado que el propósito era respaldar el diálogo, el SUP no hubiera anunciado su presencia, aclaró ayer.

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que preside Francisco José Alcaraz, es el único colectivo de víctimas que no irá por verla "partidista" y afín a "quienes apoyan la negociación con los asesinos". Los colectivos autonómicos de víctimas y la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo (presidida por Pilar Manjón) sí estarán presentes.

La actitud de los dirigentes populares ha puesto de manifiesto su incomodidad. Lo demostró el martes Eduardo Zaplana, quien dijo que el PP no quería estar junto a quienes defienden el diálogo, en alusión a las organizaciones sindicales y a la que agrupa a los inmigrantes ecuatorianos. En el comunicado de anoche, el PP afirmó que la manifestación "ha generado disenso y división" en la sociedad y "no ha buscado el consenso". Además, según la nota, el manifiesto "no rechaza el diálogo o la negociación con ETA".

El PP no aclaró si, por contra, estará hoy en la concentración que la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha hecho coincidir con la que cada día 11 organiza la plataforma Peones Negros. La AVT ha puesto a los conservadores en una situación delicada, ya que Peones Negros se formó para reclamar "toda la verdad sobre el 11-M".

La manifestación se ha convertido en un reflejo de la división instalada entre los dos grandes partidos y no colmará los deseos de unidad de los ciudadanos.