El PP anunció ayer que esta mañana no participará en el veto a Vox en la Mesa del Congreso. Los 350 diputados elegirán a los nueve miembros de ese órgano encargado de calificar y ordenar los debates parlamentarios: la presidencia, cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías. Pablo Casado considera que el partido de Santiago Abascal debe tener uno de los asientos y Ciudadanos, otro, y ayer se mostró abierto a prestarles apoyos para asegurarse de que los consiguen.

Sin embargo, el partido de ultraderecha, que es la tercera fuerza del hemiciclo con 52 escaños, considera que, por «tradición parlamentaria», le tocan dos de los nueve puestos de ese órgano. Porque dos, recuerdan los dirigentes ultras, son los que tuvo Ciudadanos, por ejemplo, la legislatura pasada cuando tenían 57 diputados. Ahora solo tienen 10 y Vox anoche adelantó que no ayudará a los naranjas a conseguir nada.

El PSOE y Podemos han intentado, sin éxito, que el PP (89 escaños) se sumara a un «cordón sanitario» contra Vox. La alianza con los populares era indispensable para que surtiera efecto. La fragmentación del Congreso y el hecho de que el voto sea secreto y en papel añaden mucha intriga a la jornada. No sería la primera vez que un grupo parlamentario compromete su palabra de que va a votar a un candidato y finalmente no lo hace.

Ayer por la tarde los contactos se multiplicaron entre PP, Vox y Cs en el Congreso, pero no lograron cerrar un pacto, necesario ya que cada diputado debe saber antes de que empiece la sesión qué nombre debe escribir, porque hay apoyos cruzados.

BATET, PRESIDENTA / Después de votar la presidencia, que recaerá previsiblemente en la socialista Meritxell Batet, llegará otra para las cuatro vicepresidencias y otra diferente para las cuatro secretarías. La dificultad de entendimiento en la derecha y el fracaso de la operación veto a Vox han complicado poder adelantar acontecimientos esta vez.

Casado explicó a sus diputados y senadores en el Congreso que sigue en su empeño de «refundar» la derecha y quiere que la coalición de España Suma que no logró en las elecciones se traslade a la Mesa, donde el PP tendría dos puestos, Vox, uno, y Cs, otro. La mayoría sería progresista, con tres para el PSOE y dos para Podemos. El líder del PP aseguró que el único cordón sanitario que le gustaría ver es uno «legal, ético y moral» frente a los «herederos de Batasuna» y otro frente a los «secesionistas, condenados por el Supremo». Y no entiende que se intente excluir de la Mesa a Vox, un partido que «defiende la unidad y la Constitución».