El PP es partidario de abrir la puerta a la privatización "total o parcial" de las televisiones autonómicas y de la desaparición de la publicidad en esas cadenas, siguiendo el modelo impuesto para TVE. Si, como apuntan todos los sondeos, Mariano Rajoy gana las elecciones, promoverá la unión de los canales autonómicos en uno solo de ámbito estatal con desconexiones territoriales. El vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, desveló ayer algunos de los planes que tiene en mente este partido en un debate organizado por la patronal de las televisiones privadas (Uteca).

ANUNCIOS El socialista Oscar López consiguió que Pons avanzase varias de las propuestas que el PP prepara para los medios públicos que todavía emiten anuncios. "Habría que plantearse la desaparición de la publicidad de las cadenas autonómicas y la reforma de la ley, para permitir todo tipo de posibilidad en la gestión de esas televisiones", precisó, antes de matizar que la supresión de los anuncios no debería ser "inmediata". "No parece sensato atribuir en estos momentos a los gobiernos autonó- micos la gestión de una televisión sin publicidad", reconoció.

Pons dejó caer otra medida que agradó a sus anfitriones de las televisiones privadas. "Creemos que TVE debe ser la encargada de fomentar el cine español, mientras que las privadas fomentan la industria audiovisual, ya que estas han de producir en función de sus necesidades y del mercado", dijo. López cogió al vuelo la frase y la apostilló: "Que quede claro que el PP quiere que las privadas dejen de invertir en el cine ahora se les obliga a destinar el 5% de sus ingresos a películas españolas y europeas y que solo lo haga la pública".

Pons aseguró que el PP es partidario de la integración de la agencia de noticias Efe en la corporación de RTVE " a efectos organizativos". Y López le replicó que prefiere que siga siendo una "agencia pública de referencia", al margen de eventuales "sinergias" con TVE.

El PP, añadió González Pons, mantendrá el actual modelo de la televisión pública, "sin publicidad" y con un presidente nombrado por consenso entre populares y socialistas.