Los populares llevarán las agresiones sufridas durante la campaña del Estatuto catalán al centro de la política española y, en su estrategia de desgastar al PSOE, han encontrado a los culpables: José Luis Rodríguez Zapatero y José Montilla. Según anunció ayer su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, Mariano Rajoy pedirá explicaciones al jefe del Ejecutivo sobre el "clima de crispación" que "ha creado" el Ejecutivo socialista con el boicot a actos del PP en Cataluña.

El PP dedicará también cuatro preguntas de la sesión de control del miércoles en el hemiciclo a "censurar" la campaña "sucia" contra su partido. A su juicio, el principal "impulsor" no es otro que el ministro de Industria y primer secretario del PSC, con el "visto bueno", además, de la dirección socialista.

Zaplana llegó a esta conclusión después de que el martes Montilla achacara los incidentes en el mercado de L´Hospitalet a "las actitudes provocadoras" de los populares. Según el portavoz del PP, estas declaraciones son "intolerables", "clarísimamente censurables" y responden "a una estrategia de exclusión y de enfrentamiento que ha impulsado el PSC con el visto bueno del PSOE". Por eso, dijo que si Zapatero condena "de verdad" estas actuaciones, "debería condenar al ministro de Industria como impulsor de estas campañas".

EL 11-M, EL ORIGEN Pero, según Zaplana, este clima ya tiene su origen en el "asalto" a las sedes del PP después de los atentados del 11-M y su principal reflejo político --reiteró-- en el acuerdo que sembró la semilla del tripartito catalán. Aun así, el dirigente popular tuvo buenas palabras para el presidente de la Generalitat de Cataluña. "Hasta Maragall ha condenado estas actuaciones de forma clara --señaló Zaplana--. Cuando uno ve barrizal y lodo, ha de marcar diferencias con los que no establecen ninguna distinción y creen que el fin justifica los medios".

Pasqual Maragall distinguió entre los "gritos" y las agresiones a los populares y consideró "lógico" que se persiga a los autores de estas últimas. "Cuando se llega a importunar y a acosar físicamente, esto puede ser un delito y hay que tomar cartas en el asunto", dijo el president , quien se comprometió a "mirar" si existe algún proceso abierto "contra los que agredieron a Rajoy" el lunes en Granollers.

Los Mossos d´Esquadra, en la misma línea, anunciaron que están analizando las imágenes "propias y de medios de comunicación" de los incidentes en los actos del PP en Granollers y Mataró para ver "si se derivan responsabilidades de alguien", en cuyo caso la investigación será trasladada a la justicia.

EL ARGUMENTO DE CARRILLO Mientras, Rajoy prosiguió su campaña contra el Estatuto catalán. Lo hizo en un mitin en Lleida, donde calificó el texto de empanada ideológica. Insistió en que lo apoyan los liberales "de pacotilla" y la izquierda "trasnochada". Rajoy le encontró un defecto peor al Estatuto: que Santiago Carrillo lo apoya. Así, incluyó al dirigente del PCE en una izquierda que "no se ha enterado de que cayó el muro de Berlín" y negó que pueda ser un avance un título de derechos y deberes que respalde el comunista.