El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado hoy optimista sobre el final que tendrá el debate que han emprendido las comunidades autónomas en torno al déficit asimétrico, donde los barones populares son los más beligerantes a la hora de negarse a que determinados territorios -como Catalunya y otros del arco mediterráneo- puedan gozar de un objetivo más flexible al menos en 2013. "Estoy absolutamente convencido de que [este debate] se va a resolver sin mayores problemas", señaló, añadiendo que sabrá encontrar una vía de salida "sensata, razonable y equilibrada" que "todos aplaudirán".

En una rueda de prensa que ofreció al término de su reunión en La Moncloa con los agentes sociales, Rajoy insistió en que no podrá haber una propuesta formal sobre déficit a la carta hasta que la Unión Europea no haya confirmado, formalmente, que España tendrá que alcanzar un déficit del 6,3 por ciento este año. Después, continuó el presidente, el equipo de trabajo del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se encargará de poner un plan de reparto de déficit sobre la mesa.

En este contexto, insistió en que "en momentos de dificultad" hay que ir "a la mayor" e intentar superar la crisis y lograr crecimiento, por lo que dijo que toca que todos hagan exhibición de "mucha responsabilidad" y "mucho sentido común", apuntando que "sinceramente, no es éste el tema más importante que tiene planteado España" actualmente.

Dicho esto, lanzó una advertencia para sus propios presidentes autonómicos: "creo que las discusiones públicas no son útiles a estos efectos. Yo soy poco dado a ellas". Se da la circunstancia de que Rajoy se expresó de modo muy parecido el pasado lunes, en otra rueda de prensa que aprovechó para reclamar "grandeza" a sus barones territoriales. Sin embargo, las peticiones del jefe del Ejecutivo están cayendo en saco roto (al menos de momento) a tenor del cruce de declaraciones que se vive en los últimos días y que va subiendo de tono.