El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, defendió ayer la orden dictada a la policía británica para que dispare a matar contra los sospechosos de ser terroristas internacionales. Esas declaraciones desataron inmediatamente una polvareda de reacciones. Las criticaron todos los partidos políticos, excepto el PP.

Hernando acudió ayer a los cursos de verano de Aranjuez (Madrid) para hablar de los costes de la justicia. Al término de su disertación, en una charla con los periodistas, desató una nueva polémica al ser preguntado por la actuación de la policía de Londres que descerrajó ocho tiros sobre un brasileño en el metro porque sospecharon que podía ser un terrorista suicida.

EVITAR UN RIESGO "Soy contrario a la pena de muerte"--subrayó-- "pero cuando el riesgo que se pretende evitar es mayor o puede producir la muerte de inocentes, la evitación del riesgo me parece oportuna", explicó. Además, Hernando aseguró que lleva tiempo sosteniendo que el mundo está librando "la tercera guerra mundial, que es la guerra contra el terrorismo".

En este sentido, afirmó que "en una guerra hay que crear situaciones extremas" porque, a su juicio, "la agresión siempre suele ser inopinada, y además afecta a vidas inocentes que se han de proteger". A pesar de ello, insistió en que, "como es natural", es una persona contraria a la pena de muerte.

LA INCAPACITACION Esas declaraciones fueron descalificadas por todas las formaciones, excepto el PP que guardó un clamoroso silencio. El socialista Diego López Garrido pidió al presidente del CGPJ que rectifique sus "improcedentes" palabras y le acusó de convertirse "en adalid del tiro a la cabeza" y de defender prácticas propias de regímenes totalitarios. Por ello, afirmó que está "incapacitado" para estar al frente de "una de las altas instituciones del Estado". "Desafortunadas e inapropiadas" para Jordi Jané (CiU), las palabras de Hernando revelan, en opinión de Joan Puigcercós (ERC), su "talante e ideología". "Se ha equivocado de país, de momento y de civilización", añadió. Joan Herrera (IU-ICV) interpretó que Hernando "ha perdido toda autoridad" para ejercer el cargo. Y el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, calificó sus palabras de "desvaríos de gran magnitud" que le dejan "deslegitimado para seguir ejerciendo su función".

CRITICAS JUDICIALES Tampoco los jueces fueron generosos con su presidente. Salvo la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, que no se pronunció, todo fueron críticas: la minoría progresista del CGPJ expresó su "horror, vergüenza y enorme repudio", mientras que la progresista Jueces para la Democracia censuraba la "enorme equivocación" de Hernando y la Francisco de Vitoria decía "respetar pero no compartir" la opinión del magistrado.