Los presos de ETA no se podrán beneficiar a partir del próximo curso académico de las ventajas de matricularse en la Universidad del País Vasco (UPV). Una reforma de dos artículos de la ley penitenciaria cancelará la actividad de la UPV en las cárceles y canalizará exclusivamente la formación universitaria de los reclusos a través de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) y de la Universitat Oberta en Cataluña, que tienen convenios con las administraciones penitenciarias. La reforma ha sido acordada con el PSOE en el marco del pacto antiterrorista y será aprobada hoy por el Consejo de Ministros.

El Ministerio del Interior realizó un análisis de la actividad de la UPV en los centros penitenciarios ante la sospecha de que favorecía a los reclusos. Para ello creó una comisión con los departamentos de Administraciones Públicas, Justicia y Educación. La conclusión fue que los etarras se benefician económicamente --reciben dinero para material-- y no realizan evaluaciones presenciales sino que envían los exámenes por correo, lo que facilita que aprueben con facilidad.

El hecho de que disfruten de un régimen especial como estudiantes y dispongan incluso de ordenadores explica por qué el 94% de los presos etarras (248) se inscribe en la UPV. El porcentaje de presos comunes que realiza estudios es del 40%.