Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y una nutrida representación del mundo militar y político arroparon ayer a los familiares de Juan Andrés Suárez y Rubén Alonso, los militares fallecidos el pasado domingo en un atentado en Herat (Afganistán), cuyo funeral se celebró en la base de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), en Figueirido (Pontevedra). Ante el monumento a los militares caídos, con la bandera a media asta, el vicario general castrense, Juan del Río Martín, ofició un funeral especialmente emotivo. Como comentaba uno de los soldados que participó en la organización del acto de despedida: "Es algo que ya hemos vivido, pero no nos acostumbramos".

De hecho, el dolor y el cansancio se reflejaba en los rostros de las viudas y familiares que asistieron a los oficios, acompañados por las autoridades militares. El momento más emotivo se vivió cuando los príncipes de Asturias se acercaron a dar el pésame a los deudos de las víctimas, justo antes de dar comienzo los actos fúnebres. Varios compañeros de los soldados fallecidos en el atentado suicida en Afganistán portaron a hombros los féretros hasta el altar. Algunos de ellos no pudieron contener las lágrimas mientras sonaba la marcha fúnebre.

LA HOMILIA. Durante la misa, que comenzó unos minutos después del mediodía, el vicario tuvo palabras de consuelo para unas familias desoladas y destacó la labor humanitaria llevada a cabo por los soldados fallecidos. "Juan Andrés y Rubén, con su muerte, han sembrado y siembran los valores que hacen grande a la humanidad, los valores de la paz, la libertad, el progreso, la ayuda solidaria", dijo.

Al término de los oficios, el príncipe depositó sobre los féretros, envueltos en la bandera de España, la más alta distinción militar, la cruz del mérito con distintivo rojo. Posteriormente, el jefe accidental de la Brilat, el coronel Emilio Sarabia, fue el encargado de hacer entrega a cada familia de la medalla, junto a la boina de cada soldado.

"GRANDES Y FUERTES". El acto continuó con un homenaje que los soldados de la Brilat brindaron a sus compañeros caídos en Afganistán. "Fueron grandes y fuertes", manifestó el que ejercía de portavoz, quien añadió: "Como valientes lucharon y como héroes murieron". A continuación sus compañeros, emocionados, entonaron el himno La muerte no es el final.

Los cuerpos de los dos fallecidos en Herat fueron entregados a las familias para que sus restos fueran inhumados en la intimidad, según sus deseos. Al funeral, además de los príncipes de Asturias y el presidente Rodríguez Zapatero, asistieron el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy; el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y los ministros Carme Chacón (Defensa), César Antonio Molina (Cultura) y Elena Espinosa (Medio Ambiente, Rural y Marino), entre otras autoridades.