Carmen Calvo siempre está ahí, al lado de Pedro Sánchez. Nacida en Cabra (Córdoba) en 1957, la vicepresidenta primera del nuevo Ejecutivo de coalición es una de las dirigentes en las que el líder socialista más confía. En todos los asuntos importantes con los que ha tenido que lidiar, en la oposición y en el Gobierno, ha contado con esta profesora de Derecho Constitucional de carácter rocoso y verbo expansivo que en la nueva legislatura, asumirá, además, las competencias en Memoria Democrática.

Ministra de Cultura con José Luis Rodríguez Zapatero, Calvo volvió a la primera línea política cuando apoyó a Sánchez frente a Susana Díaz y Patxi López en las primarias del 2017. El ahora presidente la eligió para negociar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña con el Gobierno del PP, y después, cuando llegó a la Moncloa tras la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy, la nombró vicepresidenta. Desde ese puesto dirigió el diálogo con la Generalitat y las frustradas conversaciones con Podemos tras las elecciones generales del 28 de abril. Esta vez ha estado por detrás de la exitosa negociación con los morados, supervisándola desde fuera. J. RUIZ SIERRA