La senda del acuerdo entre el PNV y el PSE empezó ayer a dar frutos. Por primera vez desde que Juan José Ibarretxe es lendakari (1998), los socialistas vascos lograron un principio de acuerdo sobre los presupuestos de esa comunidad para el 2006 (7.600 millones de euros) y retiraron la enmienda a la totalidad del proyecto del Gobierno de Vitoria. Con esta decisión, se abortó una maniobra del PP para sumar sus votos a los del PSE y poner en aprietos al tripartito (PNV, EA, EB), que se encuentra en minoría en la Cámara con sólo 32 de los 75 diputados.

Ni los populares ni el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) lograron el apoyo de otros grupos a sus respectivas enmiendas de totalidad. Ambas fueron rechazadas, dando así paso a un trámite que culminará el próximo día 29 con la previsible aprobación de las cuentas.

El secretario general del PSE, Patxi López, confirmó en la tribuna de la Cámara el éxito de las negociaciones de su partido con la vicelendakari y titular de Hacienda, Idoia Zenarruzabeitia (PNV). Justificó el acuerdo como un ejercicio de "responsabilidad" con ciudadanos y lo valoró en 250 millones de euros. Explicó que la "actitud positiva" de su partido debe enmarcarse en "una nueva etapa política", pero remarcó su carácter concreto al advertir que el PSE "ni persigue ni quiere" un pacto de legislatura o entrar en el Ejecutivo.

LAS CRITICAS María San Gil (PP) acusó a los socialistas de "asumir" el proyecto de país nacionalista de Ibarretxe y "renunciar" a ser la alternativa. Dijo que el PSE ha cometido un "fraude político" y señaló a José Luis Rodríguez Zapatero como "culpable del papelón" que representa López. Por su parte, Oskar Matute, portavoz parlamentario de Ezker Batua, confesó ayer que el coordinador de la formación y consejero del Ejecutivo, Javier Madrazo, no había sido consultado por los dirigentes del PNV que negociaron con el PSE.