La lectura que el PP ha hecho del resultado del referendo del Estatuto catalán supone para el PSOE la confirmación de que Mariano Rajoy "deslegitima todas las votaciones que pierde". Este comportamiento "autoritario" del líder del PP llevó ayer a José Blanco a recomendar a los votantes conservadores que cambien "de entrenador".

En las antípodas del análisis de la ejecutiva del PSOE está la interpretación de la cúpula del PP. Rajoy sigue convencido de que la suma de la abstención y el voto negativo recabadas por el Estatuto lo deslegitiman, y prueban que José Luis Rodríguez Zapatero está reformando la España constitucional "a lo loco". Para detener ese "empecinamiento en el error" del presidente, el PP recurrirá el Estatuto catalán ante el Tribunal Constitucional una vez que este se publique en el BOE.

LA PARTICIPACION, "BUENA" Los socialistas analizaron bajo la dirección de Zapatero el "éxito" del referendo. Y a diferencia de lo que hizo la noche electoral, cuando apenas mencionó la cifra de participación, José Blanco calificó como "bueno" el dato que la situó "casi en el 50%".

En la sede el PP esa lectura se consideró un "disparate" más del líder socialista. Para los conservadores, el único dato relevante es que Zapatero "presume y blasona de lo bien que le han ido las cosas" cuando su "proyecto estrella" solo ha sido refrendado por el 35% de los catalanes. Y eso, señalaron, en un territorio donde "hay partidos nacionalistas", cuyos votantes tendrían que haber apoyado el rediseño del modelo de Estado que auspicia Zapatero. Blanco insistió en que lo que se votaba era "el Estatut" y no la gestión de Zapatero, por eso se negó a interpretar los datos en clave de un respaldo o un varapalo al jefe del Ejecutivo.

La ejecutiva del PSOE se definió ayer estupefacta tras escuchar al líder del PP pedir que no se aplique un Estatuto que ha culminado su "proceso constitucional de aprobación" con una "goleada" de síes en el referendo. "Una vez más Rajoy derrapó y se salió de la vía democrática al pedir al presidente del Gobierno que paralice la entrada en vigor de una ley aprobada constitucionalmente", denunció el número dos del PSOE, que añadió que ése es el comportamiento de un "autoritario" y "antidemócrata".

Blanco invitó a la militancia del PP a que se plantee si quiere seguir liderada por alguien que "va de derrota en derrota" y que "desprecia a los ciudadanos" hasta el punto de no haber agradecido los votos de sus seguidores. Recordó que el PP, bajo el liderazgo de Rajoy, acumula ya "cinco derrotas electorales (municipales, generales, vascas y gallegas) y una y media más en referendos", en alusión al del domingo en Cataluña y al de la Constitución europea, para la que el PP pidió un muy tímido a juicio del PSOE. Blanco advirtió a los votantes populares de que "están a tiempo para corregir al entrenador y a su equipo" si quieren volver a "ganar el partido". De no hacerlo, vaticinó, los electores "indicarán a Rajoy el camino con sus votos".

FUTUROS CONFLICTOS Por otra parte, Josep Piqué, que compareció en Madrid junto a Rajoy, confirmó que el PP recurrirá el texto ante el Constitucional y que, mientras esperan su dictamen, los ciudadanos tendrán que soportar un texto "plagado de confusión" y un "semillero de conflictos jurídicos". Aun así, Piqué dijo que "por supuesto" aceptaba el resultado y matizó que la opinión negativa del PP no es una deslegitimación "jurídica" aunque "deje mucho que desear desde una perspectiva política".

Por la mañana, Piqué había presentado un informe ante su partido en el que detalló las cuestiones que, en su opinión, la nueva norma no ha conseguido resolver. El responsable del PP catalán negó que haya aumentado el consenso y la cohesión social, y señaló que el resultado, tras dos años de discusiones, ha sido "más discordia y una enorme fractura política". Descartó también que se haya puesto fin al problema del encaje de Cataluña en España, y concluyó que el hecho de que "más de la mitad de los catalanes no se tomaran la molestia de ir a votar" descarta que la reforma estatutaria fuera una demanda social.