No se puede pactar con quien sólo propone suprimir". Esta reflexión de un alto dirigente socialista resume el estado de ánimo con el que el PSOE recibe la última oferta de acuerdo del Partido Popular, lanzada por Mariano Rajoy el miércoles en Barcelona al tiempo que presentaba unas enmiendas que proponen suprimir dos tercios del proyecto de Estatuto catalán.

El número dos del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, también incidió en la voluntad destructiva del PP, al constatar que ha entrado en el debate "dando coces", en referencia a sus enmiendas. López Garrido evitó descartar completamente un pacto con el PP, pero recordó que la prioridad del grupo socialista es acordar con el cuatripartito proponente (PSC, CiU, ERC e ICV), porque es la fórmula que establece la Constitución para aprobar un nuevo Estatut.

COHERENCIA El PSOE optó por celebrar el cambio de criterio del PP al decidirse a proponer enmiendas, después de haber calificado de imposible constitucionalizar un proyecto cuya toma en consideración votaron en contra por inconstitucional ("es como tratar de hacer la permanente a un puerco espín", dijo entonces Rajoy). El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, no detectó ayer ni la más mínima incoherencia en el hecho de que su grupo considerara imposible mejorar el Estatut a través de enmiendas y ahora haya presentado más de 70. López Garrido calificó los textos del PP como una "enmienda de abolición" del proyecto del Parlamento autonómico, del que "no deja títere con cabeza".

De los siete títulos que componen el Estatut, en cuatro (preliminar, instituciones, derechos y deberes y poder judicial) las coincidencias entre el tripartito, CiU y PSOE son muchas. En el preliminar hay artículos, como el que define a Cataluña como nación, en los que las distancias son aún siderales. En derechos y deberes, CiU discrepa. Pero en unos 100 artículos el consenso es suficientemente alto para exhibirlo en público. Menos que eso sería un fracaso.

¿Qué puede obtener el Gobierno de esos movimientos de ficha? Fuentes del tripartito revelaron que el PSOE desea retocar cuanto antes los artículos sobre las cajas de ahorro y colegios profesionales. No pretende eliminarlos, sino revisar su redacción para acabar con las quejas de los colectivos afectados y que, en último término, son un factor añadido de presión sobre el Gobierno.

La presión principal, claro, viene del PP y de sectores del PSOE. Lo asumió ayer el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, cuando trató de aliviarla diferenciando las enmiendas de ambos partidos. Según Duran, el PP pretende "reventar y vaciar de contenido" el Estatut y "crear problemas" internos en el PSOE, mientras que las enmiendas socialistas son "un punto de partida" para negociar.

ACUERDO DIFICIL Con todo, Duran reconoció su "sorpresa" porque la postura del PSOE es muy "dura". Resumió: "CiU quiere entender que son enmiendas redactadas hace un mes que no contemplan los avances negociadores". Por todo ello, reconoció que es "más difícil" ahora un pacto que hace días. De alcanzarse, no estará sujeto a ultimátum alguno ni a la reunión de hoy --de la que CiU no espera "milagros"--, sino a las negociaciones de enero y febrero.