El PSOE tiene la clara intención de sacar partido a la irrupción del expresidente del Gobierno Aznar en la precampaña de las próximas elecciones europeas. La dirección socialista se frota las manos por las declaraciones públicas de Aznar en los últimos días, en las que propone recuperar las recetas más ultraliberales contra la crisis.

Y es que el PSOE había diseñado una campaña electoral basada en la confrontación ideológica entre recetas progresistas y propuestas conservadoras en lo que se refiere al paro, las relaciones internacionales, el medio ambiente o las políticas sociales. De tal forma que Aznar, según un dirigente socialista, representa "un estereotipo estupendo" de lo que los socialistas dicen combatir ante la cita con las urnas del 7 de junio.

GRACIAS, EXPRESIDENTE La prueba más evidente de esta táctica del PSOE fue el mitin de ayer en Madrid para presentar su lista electoral. Un acto en el que Aznar fue el principal protagonista en la mayor parte de las intervenciones. El cabeza de lista socialista en las europeas, Juan Fernando López Aguilar, le dio irónicamente las gracias "por haber contribuido a aclarar el programa máximo del PP", consistente, según López Aguilar, en "reducir el gasto público, recortar prestaciones por desempleo, reducir impuestos a los más ricos" y otras medidas antisociales. Eso llevó al candidato del PSOE a desplegar la idea que resume el argumentario del partido en tiempos de crisis: la situación es muy mala para muchos trabajadores, pero estarían peor si les gobernase el PP de Aznar.

"UN PASADO TRISTE" El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, también se refirió con sorna a Aznar, y a la afirmación del expresidente de que con él en el Gobierno, no se hubiera producido esta crisis. "Después de escuchar a Aznar, nosotros lo de la humildad lo tenemos fácil", dijo Zapatero, quien se preguntó si el candidato real de los populares es Jaime Mayor Oreja o bien el propio Aznar. Un Mayor Oreja que fue el objetivo de los más duros ataques del líder del PSOE. Este afirmó que durante la última tregua de ETA, el candidato conservador "difamó de forma hipócrita" al Gobierno, "nunca ayudó en la lucha antiterrorista y representa un pasado triste". Los ataques al cabeza de lista del PP siguen la estrategia socialista de asociar a los populares con la línea más dura de la época de Aznar.

CONFIANZA Y PACIENCIA Frente a ello, Zapatero insistió una vez más en defender que el camino de salida de la crisis "será un camino social o no será", sin facilitar el despido, haciendo "todo el esfuerzo" en cuanto a inversión pública, porque "si no, no lo hace nadie", según el presidente del Ejecutivo. Un Zapatero que, una vez más, pidió a los ciudadanos que se han quedado en paro que tengan "confianza en el futuro porque este país es fuerte". También reclamó "paciencia" porque una crisis profunda como la actual no se va a resolver "en tres meses".