La ejecutiva del PSOE analizó ayer con preocupación el último comunicado de ETA y las reacciones de los dirigentes del PNV en la celebración del Aberri Eguna (día de la patria) del pasado domingo. Las amenazas de los terroristas al próximo Gobierno vasco de Patxi López llevaron a miembros de la dirección socialista a temer por la propia constitución de ese Ejecutivo. "López quiere un Gobierno plural, en el que se integren independientes, y las amenazas pueden disuadir a muchos de ellos", aseguró un miembro de la cúpula federal. Hasta José Luis Rodríguez Zapatero se refirió con preocupación a la advertencia etarra, durante la reunión de la ejecutiva federal de ayer, porque se ha hecho pública "en el momento en el que Patxi está buscando a las personas más adecuadas para incorporarse en el Gobierno vasco", según relató un dirigente socialista. La ejecutiva del PSOE se conjuró para buscar la unidad de "todos los demócratas" en contra de ETA, insistiendo por enésima vez en que el único futuro de la banda es el ingreso en prisión. Diversos dirigentes socialistas consideraron que la respuesta a los comunicados de ETA debe ser firme y no asimilarla sin más, como algo rutinario.

Los terroristas apuntan directamente al Gobierno vasco, a los "responsables políticos" de una "estructura impuesta". Así, el PSOE considera que el PNV ha hecho un "flaco favor" a la democracia al tachar al próximo Ejecutivo de ser el resultado de la "trampa y el engaño". La secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, consideró que ahora es "el momento de la unidad y la contundencia democrática y ahí estará el partido socialista".

Al PSE le disgustó el ácido discurso con el que los peneuvistas descalificaron en el Aberri Eguna el acuerdo entre socialistas y populares. El portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, consideró "peligroso" el empeño del PNV en su mensaje de "deslegitimación democrática" del Ejecutivo, que fue respaldado por la mayoría absoluta de la Cámara vasca (25 diputados del PSE y 13 del PP). Pastor opinó que el discurso "radical" de Iñigo Urkullu en Bilbao destiló "rabia" y apuntó hacia un "enroque" en las tesis más soberanistas de Juan José Ibarretxe.

DUREZA Por su parte, la diputada popular Laura Garrido dijo que la dureza de los mensajes peneuvistas se debe al "nerviosismo" por la pérdida del poder tras 29 años ininterrumpidos al frente del Gobierno vasco.