La portavoz parlamentaria del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez, ha dicho hoy que se teme "lo peor" del programa de reformas que tiene previsto presentar el Gobierno el próximo día 26.

En declaraciones a la prensa en el 41 Congreso confederal de UGT, Rodríguez ha afirmado que lo que debería suponer ese nuevo plan de reformas es una rectificación de la política económica fallida del Gobierno.

"Si el 26 de abril no se anuncia un cambio radical de la política económica y social, me temo lo peor", ha alertado la portavoz parlamentaria socialista.

Al respecto, ha recordado que el Gobierno de Mariano Rajoy solo avanza en los recortes y en los derechos de los trabajadores, así como de la clase media, lo que, a su juicio, está provocando una crisis económica y una congelación del consumo.

Rodríguez también ha afirmado que "no ve ningún mensaje tranquilizador" en el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, del que ha afirmado que siempre dice lo contrario de lo que aprueba.

Por todo ello, ha defendido la propuesta fiscal socialista de aumentar las cargas fiscales sobre los que más tienen para lograr un reparto más equitativo de la crisis.

El PSOE plantea integrar en el IRPF la tributación de la rentabilidad de toda la riqueza patrimonial de una persona, incluidos los fondos de inversión, dentro de una amplia reforma fiscal con la que estima que se podrían recaudar hasta 40.000 millones más en un plazo de cinco años.

Debido a que ha asegurado estar convencida de que la mayoría de la sociedad quiere eso es por lo que ha indicado que el PSOE piensa abrir un diálogo con todos los partidos y las organizaciones sociales para lograr que salga adelante su propuesta fiscal.

Para Soraya Rodríguez es un "gran objetivo y reto" y es absolutamente necesario que se aplique ese reparto más justo y equitativo.

Respecto al 41 Congreso confederal de UGT ha destacado que en estos momentos, "más que nunca", es importante la "fortaleza" de las organizaciones sindicales.

Rodríguez ha considerado que este Congreso es el de la recuperación de los derechos que ha quitado el PP para que el país gane en competitividad.

Dicha fortaleza debe servir para acabar con la reforma laboral y para darle mayor importancia a la negociación colectiva, de la que ha resaltado que es "absolutamente necesaria".