La pugna interna que vive ETA entre los partidarios de José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera , y los que comulgan con la línea de "ofensiva completa contra el Estado" del jefe militar Garikoitz Aspiazu, Txeroki , se ha trasladado al entorno político de la banda terrorista.

Ekin, la estructura clandestina de la que se sirve la banda para impartir doctrina, está situando a los afines a la "línea dura" al frente de las distintas organizaciones de la izquierda aberzale, "aprovechando el vacío" dejado por el encarcelamiento de la mayoría de dirigentes de Batasuna, según un informe de las fuerzas de seguridad al que ha tenido acceso Europa Press.

La ruptura del alto el fuego no fue entendida por muchos de los militantes de la izquierda aberzale y causó malestar entre distintos sectores, entre ellos el que conforman los presos de la banda. De hecho, la actual dirección de la organización terrorista es consciente de que, en esta coyuntura, el control del entorno político es "una necesidad vital", ya que las disensiones podrían desembocar en "una brecha" entre ETA y el resto del conglomerado de la izquierda aberzale, apunta el informe.

Sin embargo, los movimientos también llegan de la otra parte. Los más afines a Ternera , el principal muñidor del último proceso de diálogo, podrían haber organizado un núcleo de "veteranos" dirigentes de Batasuna con la intención de tomar el control del partido ilegalizado o, en su defecto, de "neutralizar" a los miembros de Ekin.

MIEDO A SER DETENIDOS El informe policial constata igualmente la pérdida de protagonismo público de los miembros de Batasuna que todavía se encuentran en libertad, por miedo a ser detenidos. Esa clandestinidad en la que se mueve la actual Batasuna es más propicia para los miembros de Ekin, con un perfil político bajo y desconocidos fuera de los foros radicales.

En medio de este enfrentamiento, los integrantes de Ekin se han encargado de trasladar a los dirigentes de Batasuna encarcelados, entre ellos Arnaldo Otegi --que saldrá de prisión el próximo día 30--, que "son unos presos más" y que han pasado a un segundo plano.

DIFERENTE TRATO Este mensaje a los exdirigentes de Batasuna es otra forma que tiene Ekin de atajar una posible "brecha" entre ETA y el resto del entramado, después de que en los últimos meses se repitieran las quejas en el colectivo de presos por el hecho de que sus abogados se dediquen a recitar discursos políticos en la Audiencia Nacional.

Todo ello, en lugar de buscar una situación penitenciaria mejor para sus defendidos --muchos de ellos se ven sometidos a la doctrina Parot que no acumula las redenciones--, y la sustancial diferencia que representa con la defensa de los dirigentes de la izquierda aberzale, para los que se han buscado fondos y se han pagado las fianzas.