Mariano Rajoy quiere cerrar el eterno debate sobre la politización de las instituciones judiciales españolas separando de facto a los políticos del ámbito propio de los jueces. Para ello, el candidato del PP a la presidencia del Gobierno defendió ayer una modificación del sistema de elección de los magistrados del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de forma que sean los mismos jueces, y no el Parlamento, quienes elijan su composición.

El objetivo de Rajoy es lograr una justicia "rápida, eficaz e independiente, que mejore la libertad y la seguridad de los ciudadanos". Ahora bien, para conseguir ese reto, el líder del PP aseguró que es necesario separar al poder judicial de "Bermejos y Condes Pumpidos", en alusión al ministro de Justicia y al fiscal general del Estado.

En un acto en Logroño ante más de 3.000 personas, Rajoy abogó por extender los juicios rápidos para que los delincuentes sean juzgados de inmediato e impedir así que "entren por una puerta y salgan por otra".

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL El candidato popular reclamó que se limite a un año como mucho el tiempo que debe tener el Tribunal Constitucional para resolver los recursos, una medida a su juicio "necesaria e imprescindible para el buen funcionamiento del país".