El líder de la oposición, Mariano Rajoy, acusó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero de abrir la puerta al derecho de autodeterminación del País Vasco en su declaración institucional sobre el inicio de un diálogo entre el Gobierno y ETA. En una entrevista en la COPE, Rajoy desplegó su más catastrofista discurso político, ya que intuyó "el fin de la legalidad vigente", es decir, de la Constitución, una amenaza ante la cual --avisó-- el PP recurrirá a los tribunales.

Fueron muchas las afirmaciones del presidente del Gobierno por las que Rajoy se escandalizó. La principal, tal vez, aquella en la que Rodríguez Zapatero expresó su disposición a aceptar lo que libremente decidan los ciudadanos vascos. "Es tanto como afirmar la existencia del derecho de autodeterminación", advirtió.

Insistió en ello. "Si decir que se respeta la voluntad de los vascos quiere decir que se aprueba un plan como el plan Ibarretxe sin ir al Congreso o, si va, que no se someterá a votación porque se va a aceptar lo que se diga allí, estaremos liquidando la Constitución y la ley vigente", dijo.

COINCIDENCIAS Para Rajoy, Zapatero muestra una creciente y preocupante aproximación a la izquierda aberzale. "El comunicado de ayer es vago y genérico, pero tiene una parte demoledora y que coincide con algunos de los últimos comunicados que emite todo el entorno de la organización terrorista, sobre todo lo que se refiere a la parte de hablar de política y del derecho de los vascos a decidir", dijo.

"Una de las cosas más dramáticas del comunicado es que sale en contra las víctimas del terrorismo y a favor Batasuna", afirmó y, con tono irónico, añadió: "Si un comunicado lo apoya Batasuna, pensaría que no estoy haciendo bien las cosas".

Al PP, sin embargo, se le reprocha su absoluta oposición al diálogo con ETA, cuando, en peores condiciones, ya que la banda no estaba tan debilitada, lo mantuvo en 1999 cuando estaba en el poder. También sobre esa cuestión quiso hablar ayer Rajoy. "En condiciones muy distintas hablamos con ETA, pero de la disolución de ETA, porque con ETA sólo se puede hablar de eso. No se puede hablar ni de España, ni de Navarra, ni de política", se defendió.

Es más, sostuvo que la actual postura del PP es coherente con ese antecedente. "El primer día de la tregua fijé una posición y no me he movido de esa posición, y no voy a a aceptar lo que no hicimos en 1999", avisó.