La tensión entre UPN y el PP ha crecido en las últimas fechas. Aunque las declaraciones de sus principales responsables tratan de mantener las formas, la postura de los regionalista en torno a los presupuestos generales del Estado, que no descartan apoyar, ha molestado considerablemente en la cúpula popular. Ayer mismo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, advirtió a su partido hermano en Navarra de que no entendería que apoyaran las cuentas del Ejecutivo socialista. Por UPN, Miguel Sanz le replicó que son un partido autónomo y que deben velar por los intereses de la comunidad foral, "no por los del PP".

La polémica arrancó hace unas semanas, cuando el propio Sanz sorprendió al anunciar que estaban estudiando respaldar los presupuestos socialistas. UPN es la marca electoral del PP en Navarra, única comunidad en la que no concurre con sus siglas. Sin embargo, los regionalistas están buscando afianzar un perfil propio con esta postura insumisa. Todo podría quedar en un amago, porque UPN insiste en que todavía no ha decidido lo que votarán sus dos diputados, aunque de momento ha logrado provocar el recelo de los populares.

En un nuevo intento de serenar los ánimos, Rajoy deseó que PP y UPN actúen "con sentido común" y rechacen los presupuestos, ya que "no sirven para activar la economía". No quiso pronunciarse sobre las consecuencias de una eventual ruptura de la disciplina de voto, aunque subrayó que, aunque se anuncien inversiones en Navarra, las cuentas siguen siendo malas. Sanz le contestó que la decisión aún no está tomada.