Con el público puesto en pie y jaleado por gritos de "¡presidente!, ¡presidente!", Mariano Rajoy presentó ayer en Barcelona el programa económico y de empleo del PP, cuyo as del triunfo es la tercera reforma del IRPF con una reducción de tipos en todos los tramos del impuesto. El candidato popular prometió rebajar el tipo máximo al 40% (ahora está en el 45%) y fijar el de las rentas más bajas en el 12% (hoy se sitúa en el 15%). "Así será --dijo-- si los españoles me dan su confianza".

El aspirante a la Moncloa afirmó que esta tercera reforma del impuesto sobre la renta, anunciada en noviembre pasado, beneficiará "a las amplias clases medias que viven de su nómina", con un aumento "sustancial" de las ayudas a las familias con dos o más hijos, discapacitados u otras personas a su cargo.

La modificación considerará "prioritario" el fomento del ahorro: se introducirá un mínimo exento de 300 euros por debajo del cual los rendimientos del capital quedarán libres de tributación.

Las 700 personas que componían el auditorio aguantaron con entusiasmo dos horas largas de catecismo macroeconómico. Rajoy prometió también incrementar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social hasta 24.000 millones de euros, y crear la agencia Invertir en España.

CRITICAS Miguel Sebastián, padre del programa económico del PSOE, afirmó que la rebaja anunciada por el PP no resuelve los problemas del sistema fiscal español, "muy injusto, complejo e ineficiente". Según aseguró Sebastián, "las rentas más bajas seguirán pagando porque la inflación se come la rebaja".