Hace apenas un mes, se le preguntó a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, si con el inicio del curso político el partido ratificaría al presidente valenciano, Francisco Camps, como candidato a la reelección en las próximas elecciones autonómicas. Su respuesta fue tajante: aún no tocaba. Poco después, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) acordaba archivar la causa abierta contra Camps por un supuesto delito de cohecho, lo que ha llevado a los populares a modificar su estrategia. Ahora sí toca. Ayer, el presidente del PP, Mariano Rajoy, confirmó que tanto Camps como la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, optarán a la reelección en los comicios del 2011. Eso, si no hay un adelanto electoral.

El PP tiene previsto celebrar en septiembre una cumbre de presidentes regionales y provinciales para empezar a preparar las elecciones autonómicas y municipales. En una entrevista concedida a Europa Press, Rajoy apuntó ayer que el objetivo del partido es "llevar a los mejores", pero agregó que "es pronto" para hablar de candidatos. Pero hizo una excepción. Cuando se le preguntó si Camps y Barberá repetirían, respondió sin vacilar: "Desde luego que sí, no tengo la más mínima duda". Aún más. Quiso dejar claro que "en Valencia, la gente está con el PP y con el señor Camps, porque saben que han sido objeto de un ataque profundamente injusto". Y añadió: "Celebro que los tribunales le hayan dado la razón".

PROBLEMA ZANJADO En realidad, Camps y Barberá no son los primeros candidatos ratificados, puesto que Rajoy ya había confirmado meses atrás que Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón también optarán a retener sus cargos al frente de la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento, respectivamente. De este modo, el PP ha conseguido resolver sin excesivos sobresaltos la difícil papeleta del futuro de algunos de sus dirigentes más controvertidos, ya sea por las disputas internas (en el caso de Aguirre y Gallardón) o por la sombra de la corrupción.

Tras el archivo de la causa contra Camps, Rajoy tenía un interés especial en dejar atada cuanto antes la confirmación de la candidatura del presidente valenciano, ya que, de retrasarla demasiado, hubiera dado tiempo a que la Fiscalía presentara su recurso ante el Tribunal Supremo contra la decisión del TSJCV, arriesgándose así a que se produjera alguna novedad en el caso que convirtiera en inoportuna la proclamación. Algunos dirigentes del PP valenciano han comentado en privado que Camps podría barajar la posibilidad de adelantar las elecciones para convocarlas antes de que el Supremo se pronuncie sobre el archivo de la causa, pero esta es una opción que, por el momento, la dirección nacional del partido no parece contemplar.

LA ALCALDESA Y LA FEMP También había prisa por ratificar a Barberá, y no solo porque su nombre apareciera citado en una conversación telefónica en la que se apuntaba que la alcaldesa de Valencia recibía regalos de la trama de corrupción del caso Gürtel sino, sobre todo, porque la actuación del que fue su mano derecha durante su etapa al frente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Alvaro de la Cruz, está siendo investigada por el Tribunal de Justicia de Madrid en relación con el mismo caso.

Rajoy habló asimismo sobre las expectativas de su partido cara a las autonómicas catalanas que se celebrarán el año próximo. El líder del PP apostó por "trabajar mucho" en Cataluña para convencer a la gente de que "lo más importante" es "que las cosas vayan mejor" desde el punto de vista económico y presentar a su partido como una garantía de que "las cosas pueden ir mejor" en el país.