El presidente del PP, Mariano Rajoy, proclamó ayer que España es "un gran país en el que se puede confiar", pero que necesita un Gobierno que fije un "rumbo cierto" y genere certidumbre ante el mundo frente a la "confusión total de los últimos años".

Rajoy acudió ayer a Barcelona para presentar a los cabezas de listas territoriales de su formación para las próximas elecciones catalanas. En su discurso, que clausuró el acto, el líder popular señaló que existen "dudas" sobre la solvencia española para pagar su deuda pública y una sensación de "desconfianza e incertidumbre sobre el futuro".

En un momento en que, según Rajoy, "tenemos a todo el mundo pendiente de lo que hacemos", el presidente del PP recalcó que "España es un gran país", en el que los emprendedores y trabajadores han demostrado que cuando tienen un Gobierno de confianza "están a la altura de las circunstancias".

"Como dije en Bruselas, en España se puede confiar y va a salir adelante una vez más", insistió el dirigente popular, que cree que "mimbres hay", pero que falta un Gobierno que fije objetivos coincidentes con las necesidades del país. En ese sentido, el líder popular, que sostiene que el PP es "la única garantía del cambio" que necesita España, reivindicó un Gobierno que "fije un rumbo cierto" y que "genere certidumbre" frente al "bandazo permanente, la incertidumbre y la confusión total" que, a su parecer, ha caracterizado la época de José Luis Rodríguez Zapatero.

"Necesitamos un Gobierno con las ideas claras, con voluntad y determinación para llevarlas adelante", remachó Rajoy, tras lamentar que en España "llevamos años sin reformas, gastando lo que no teníamos y con medidas improvisadas, ininteligibles y contradictorias".

Según el líder popular, con un Gobierno del PP "no habrá veleidades ni sorpresas", ya que su formación tiene palabra y cumplirá las promesas electorales". "Seremos previsibles como siempre", ha resumido.

SENSATEZ Y SENTIDO COMUN El presidente del PP ha prometido también que su partido estará "con lo que le importa al ciudadano" y aportará al país "la sensatez y el sentido común" que necesita. Mariano Rajoy cargó contra la reforma laboral que, en su opinión, ha aprobado el PSOE "en tiempo de descuento", pero que no solo no servirá para crear empleo, sino que constituye un "germen de conflictos y discusiones ante los tribunales, que es lo peor que le puede pasar a la economía española".

También arremetió contra las medidas de Rodríguez Zapatero para recortar el gasto social, al considerar que son injustas, pero sobre todo "malas para la Economía, ridículas y antieconómicas", y contra las subidas impuestos, que en su opinión "no sirven para nada".

EN SERIO "Ahora toca hacer las cosas en serio", según Rajoy, que promotió que si gobierna elaborará un plan sobre todas las áreas relacionadas con la economía española "para que la gente lo conozca, aunque haya cosas que no le gusten", y reducirá el gasto de las administraciones, además de aprobar una ley que obligue al déficit cero. Rajoy elogió por último a Alicia Sánchez Camacho, candidata del PP a la presidencia de la Generalitat de Cataluña.