Un paso más. El líder del PP, Mariano Rajoy, ha emprendido una deriva política sobre el 11-M que está interfiriendo en la investigación judicial de los atentados. Ayer no dudó en reclamar la nulidad del proceso tras dar por bueno que la policía manipuló pruebas para detener, dos días después de la tragedia, a cinco islamistas. Esa denuncia fue rechazada categóricamente por el juez, la fiscalía y la policía.

El diario El Mundo publicó ayer que el inspector que custodió los objetos hallados en la estación de El Pozo del Tío Raimundo no pudo confirmar ante el juez que la mochila bomba, localizada en la comisaría de Vallecas el 12 de marzo del 2004, estuviera en esa estación. Rajoy creyó esa información y afirmó que ese hecho "podría anular la investigación y el sumario". Para Rajoy "esa mochila es básica para la investigación, fue básica para decir quiénes eran los autores".

LA CONFESION Sin embargo, horas después el juez, la fiscalía y la policía dejaban en evidencia a Rajoy. El magistrado Juan del Olmo levantó el secreto de parte del sumario y facilitó el contenido de la declaración del policía Miguel Angel Alvarez, que el pasado 9 de marzo no pudo identificar una bolsa de color azul como la que él localizó en la estación. Pero fuentes de la Audiencia Nacional informaron de que el juez se equivocó al seleccionar la bolsa y mostró otra al agente.

El inspector declaró ante el juez que llegó a la estación cinco minutos después del atentado y que 20 minutos más tarde cerró el acceso a los andenes salvo para el personal de la policía nacional y local. También que pidió al responsable del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Madrid que guardara en bolsas de basura los objetos que le fueran facilitando los bomberos.

El inspector explicó que en la estación vio una bolsa de deportes de estilo antiguo que luego no encontró en la comisaría de Vallecas. Narró que recordaba ese objeto porque cuando iba a ser introducida "en un bolsón tuvieron que cambiar la bolsa porque ya no entraba y porque apreció en ella un peso que no se correspondía con los objetos y efectos que estaba viendo".

Finalmente, la bolsa sospechosa fue metida en otra de basura "vacía para no desgarrarla o desprenderla". Sin embargo, el inspector explicó al juez que no vio esa bolsa en la comisaría porque él "no estaba presente en el recuento ni en las maniobras o actuaciones de desactivación".

DESMENTIDOS El inspector también informó al juez de que los objetos recogidos en la estación tardaron cuatro horas en llegar a comisaría, ya que fueron llevados antes a Ifema, pero negó que "se hubieran manipulado".

Por su parte, la fiscalía hizo pública una nota en la que confirmó que el traslado de los efectos recogidos en la estación de El Pozo "se realizó siguiendo instrucciones concretas de la autoridad judicial y fueron custodiados de forma permanente".

Asimismo, desveló que el juez descarta esa manipulación de las pruebas y atribuyó las sombras de duda sobre esta investigación "a un análisis parcial de algunos aspectos de la instrucción que pueden distorsionar la apreciación global de las pruebas".

La policía también defendió la legalidad de su actuación y criticó al PP por poner en duda la "honradez y profesionalidad" de los agentes. "Es inaceptable que dirigentes políticos siembren de sospechas y dudas la honradez y profesionalidad en vez de proteger su inestimable función en el Estado de derecho", manifiesta en un comunicado.