El futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha propuesto hoy un "gran plan nacional del agua" que garantice la unidad de cuenca, la sostenibilidad medioambiental, "la prioridad de uso en la propia cuenca con garantía de las necesidades presentes y futuras de la misma y la solidaridad interterritorial". Rajoy ha lanzado esta propuesta en el debate de investidura en respuesta al diputado de la Chunta Aragonesista (CHA), Chesús Yuste, quien le ha pedido "valentía" para aclarar si el Ejecutivo del PP pondrá o no en marcha el trasvase del Ebro.

El líder de los populares no ha dado una respuesta concreta y se ha limitado a señalar que su objetivo es "recuperar una planificación hidrológica en la que se garantice la disponibilidad del agua". Para conseguirlo, ha apostado por una "gestión integral" del agua que permita reducir el consumo, mejorar la eficiencia y evitar el deterioro de los recursos hídricos. En este contexto ha propuesto un pacto nacional y ha invitado a la CHA a involucrase. "Seguro que hará aportaciones justas, solidarias y buenas para todos los españoles", ha dicho a Yuste.

El diputado de la CHA, orgulloso de recoger en el pleno el testigo del fallecido José Antonio Labordeta, ha lamentado la falta de claridad de Rajoy mientras los dirigentes del PP en la Comunidad Valenciana y Murcia reclaman el trasvase del Ebro "un día sí y otro también". Se ha mostrado abierto a hablar sobre un pacto, pero ha denunciado también la "contradicción" que supone hablar de unidad de cuenca, que impide el trasvase, y al mismo tiempo de solidaridad interterritorial

"Si es para un trasvase tendrá enfrente a la CHA, y espero que también a la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi", ha subrayado. Yuste, integrado en el mismo grupo parlamentario que IU e ICV, ha criticado la ambigüedad del futuro presidente del Gobierno, a quien ha comparado con un pastor de su tierra que, cuando se le pregunta por la meteorología, responde en fabla aragonesa que puede nevar, llover o hacer otro tiempo.