El calendario a veces juega malas pasadas y hoy es uno de esos días para Mariano Rajoy. El Gobierno español y el alemán celebran esta mañana la XXIV cumbre bilateral, es decir, la reunión de más alto nivel que el presidente español ha realizado hasta ahora con la cancillera alemana, Angela Merkel, azote de los países derrochadores del sur de Europa. Y el jefe del Ejecutivo viaja a Berlín sin la posibilidad de olvidar por unas horas el escándalo en el que se ha visto envuelto Rajoy, quien supuestamente se habría beneficiado del dinero negro del PP, y la petición de dimisión que le hizo ayer el PSOE.

En este tipo de encuentros bilaterales, hay una norma escrita que marca que cada país puede plantear dos preguntas, así que el término rueda de prensa a veces resulta demasiado ambicioso. Rajoy negó en su intervención cualquier tipo de cobro en dinero negro y anunció que publicará sus declaraciones de la renta y patrimonio. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió al día siguiente al presidente que dimita y que deje paso a otro líder que dé estabilidad a España y pueda sacar al país adelante.

Políticas de austeridad

Rajoy acude a la cumbre acompañado por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo; el de Economía, Luis de Guindos; la titular de Empleo, Fátima Báñez; y el de Industria, José Manuel Soria. Y dos secretarios de Estado: Jaime García-Legaz (Comercio), y Monserrat Gomendio (Educación).

El presidente español llega a Berlín después de haberse lanzado a criticar abiertamente las medidas de austeridad que la cancillera está logrando imponer a los socios europeos. Fue en la cumbre de Chile de hace 10 días, donde tanto Rajoy como Merkel se mandaron mensajes a través de la prensa sobre la conveniencia o no de hacer políticas expansivas.

Credibilidad de España

En la agenda oficial figura el análisis de la situación en la eurozona y los pasos dados para avanzar en la unión monetaria. Además, podrán comentar las negociaciones sobre el marco financiero 2014-2020 de la Unión Europea (UE), que los Veintisiete debatirán en la cumbre de finales de semana en Bruselas.

Fuentes del Gobierno descartan que el caso Bárcenas afecte a la imagen de España en el exterior y se remitieron a las palabras de Guindos, el viernes en la Moncloa, cuando rechazó el impacto de las informaciones sobre el supuesto pago de sobresueldos en la credibilidad de España.