El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró en la pasada campaña electoral que, si lograba llegar al Gobierno, aprobaría, en la primera reunión de su consejo de ministros, un plan de choque destinado a impulsar la maltrecha economía. No logró llegar a la Moncloa pero, ahora, se dispone a pedir al ganador, José Luis Rodríguez Zapatero, que sea él quien lo haga.

A diferencia del dirigente socialista, Rajoy considera que no se debe esperar más tiempo para poner en marcha una serie de medidas que busquen frenar la crisis del sector inmobiliario, además de rebajar los impuestos de las pymes o acometer una reforma del IRPF.

PACTOS DE ESTADO El líder de los conservadores quiere, asimismo, que en esta legislatura sean posibles pactos de Estado en materias como el terrorismo, el modelo territorial, la política exterior o el sistema del bienestar. Desde el Partido Popular se anuncia que el agua, o más bien la falta de ella, será un tema estrella de la legislatura, por lo que se augura que tendrá un peso importante en futuros debates parlamentarios.

Respecto al sentido del voto de los conservadores en la investidura de Zapatero, se guarda silencio. Rajoy asevera que esperará a escuchar a quien pretende ser presidente para tomar una decisión, y adelanta que será "clave" comprobar si es libre o no de ataduras independentistas.