El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró ayer en San Sebastián que si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aceptara hablar con el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, estaría negociando la "vida, la libertad y los derechos" de las personas. El líder de la oposición, sin conocer el discurso que el presidente socialista pronunció también ayer en San Sebastián, fue tajante al rechazar cualquier posible acercamiento a la coalición ilegalizada, "porque se trata de una formación considerada terrorista por la UE y los tribunales españoles" y porque "no se puede hablar con quien tiene la pistola encima de la mesa".

Rajoy tachó de "disparatado" que Zapatero pudiera dialogar con Arnaldo Otegi, quien la víspera le había enviado una carta abierta en la que le ofrecía un acuerdo no independentista entre nacionalistas y no nacionalistas. Ese texto no tendría, a su juicio, ningún valor: "¿Quién puede creerse que esa misiva vaya a alguna parte? ¿De qué van a hablar el presidente del Gobierno y el representante de una banda terrorista?".

ACUERDO PP-PSOE Para Rajoy, "no se puede negociar la vida, la libertad ni los derechos de las personas" y añadió que "el único mensaje" de Otegi que interesa es la "condena de la violencia, acompañada del mensaje de ETA diciendo que deja las armas".

Rajoy centró buena parte de su intervención en alabar el acuerdo alcanzado con el presidente Zapatero para crear una comisión sobre el modelo de Estado, y destacó el ofrecimiento de su formación, "que defiende valores que comparten la mayoría de los españoles", como la unidad, la soberanía nacional, el modelo de Estado constitucional y la solidaridad.

El presidente del PP repitió en tres ocasiones que un partido que representa únicamente al 2% de los votos, en alusión al PNV pero sin citarlo, no puede "poner en juego cosas que afectan tanto a todos los españoles". Por el contrario, remarcó que PP y PSOE disponen de un apoyo conjunto del 80% de los votantes, lo que consideró un argumento suficiente para legitimar un pacto exclusivo entre ambas formaciones "que garantice el interés general".

MUESTRA DE "DESLEALTAD" Respecto al plan Ibarretxe, el presidente del PP lo consideró una "clarísima muestra de deslealtad" hacia el conjunto de los ciudadanos vascos. A su juicio, tras las apelaciones al diálogo y la relación amable entre Euskadi y España, se esconde una ruptura unilateral "del acuerdo que hubo entre el conjunto de los vascos" que aprobaron el Estatuto de Gernika. Calificó de "broma" la cantidad de propuestas existentes, aludiendo también a las de los socialistas vascos y de Batasuna, cuando, dijo, el marco actual es compartido por todos los ciudadanos vascos.