Mariano Rajoy quiere que se deje de hablar del malestar que existe en el seno de su partido vinculado a la renovación interna. Así, ayer dio instrucciones a su nueva portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, para que presentase en rueda de prensa las primeras iniciativas que su grupo ha registrado en la Cámara baja para su debate y que, intencionadamente, poco tienen que ver con los polémicos temas-estrella de la anterior legislatura, como el terrorismo o el modelo territorial. En las próximas semanas, los populares pretenden llevar el foco de la atención pública a sus iniciativas para bajar impuestos, favorecer adquisición de viviendas o endurecer penas para los delitos sexuales.

Asimismo, Rajoy está dispuesto a que algunos de sus barones territoriales con mejores resultados electorales, como el valenciano Francisco Camps o el murciano Ramón Luis Valcárcel, dejen oír sus voces en la guerra del agua, que no ha hecho más que empezar. "A veces, el ruido inmediato, en muchas ocasiones superficial y hasta frívolo, impide escuchar el sonido limpio y claro que nos llega de fuera", apuntó ayer el líder popular.

Se da la circunstancia de que el lunes Valcárcel fue nombrado responsable de organizar el congreso que el partido celebrará en junio, en Valencia. Tan solo tres días después, el presidente murciano pronunciaba en Madrid una conferencia y dejaba claro que, hubiera las candidaturas que hubiera en ese cónclave, él iba a apoyar la de Rajoy "al mil por cien".

MALESTAR Sabedor del malestar interno que, además, ha despertado la elección de la joven Sáenz de Santamaría como portavoz parlamentaria, Valcárcel decidió echar otro capote a su jefe calificando el proceso de renovación que ha emprendido como "inteligente, sólido y adecuado". "Está demostrando su libertad de actuación", enfatizó.

Rajoy, encargado de presentar la conferencia del murciano, respondió con creces al respaldo recibido en un momento difícil. En presencia de otros dirigentes como Angel Acebes, Esperanza Aguirre o Alberto Ruiz-Gallardón, puso a Valcárcel como ejemplo de buen gestor que evita la "estridencia". "Es un director de orquesta capacitado que, sin estridencias, sin numeritos ni coartadas victimistas, sabe que hay que ir convirtiendo los retos en oportunidades", resaltó.

Pero Rajoy está empeñado en que cesen las críticas internas y externas a su remodelación del partido. Por eso, instó ayer a Sáenz de Santamaría a presentar las iniciativas parlamentarias registradas en el Congreso, algo que no ha hecho el resto de grupos, inmersos en la negociación para la investidura.