La campaña electoral entra en la recta final y hay que intensificar la estrategia, sea la que sea. La de José Antonio Monago, candidato autonómico del PP, es llamar «adolescente político» a su homólogo de Ciudadanos, Cayetano Polo. Lleva dos días con este calificativo que, cree, define a su rival a la perfección. Retumbaba en su discurso el rifirrafe que protagonizaron el pasado martes en el debate de Canal Extremadura Televisión, en el que Polo aplicó la técnica de la provocación. Monago entró al trapo y ayer añadió que es un «municipalista frustrado» y le volvió a reprochar que él no era nadie para decir quién podía estar y quién no en la política. «Yo sí le tengo respeto a mis adversarios. No me sobran los socialistas, ni siquiera los de Podemos».

También respondió a Polo Fernando Manzano, secretario general del PP extremeño: «Un imprudente, interrumpía a los demás candidatos, especialmente a José Antonio Monago, y esto lo va a pagar en las urnas el próximo domingo», le lanzó a modo de advertencia.

Lo cierto es que la formación naranja ha sido la principal causante del batacazo nacional de los populares; en Extremadura no creen que la bajada vaya a ser tan sonada porque confían en que los alcaldes arrastren votos, sobre todo por la menor estructura de partido que posee Ciudadanos: ellos presentan candidatura solo en 90 municipios; el PP, en 387 de las 388 localidades. A esa ecuación se agarran constantemente.

POCA ORIGINALIDAD / Los ataques a este partido (en los que, dicho sea de paso, esta vez hubo poco ingenio y apenas originalidad) fue lo más llamativo del acto político que los populares organizaron ayer en Cáceres (en la terraza del Hotel Extremadura), una ciudad hasta ahora en sus manos pero que podrían perder si se repiten los resultados de las generales, cuando no solo ganaron en votos los socialistas, sino que además Ciudadanos quedó incluso por delante del PP en porcentaje de papeletas. No obstante, Monago afirmó: «Estoy muy tranquilo porque vamos a tener la alcaldía de Cáceres».

¿Mucho público? Se colocaron 400 sillas y hubo gente que se quedó de pie. La media de edad era alta entre las 500 personas que, en total, asistieron a los discursos (en Plasencia, con Pablo Casado, llegaron a las 700). «Aquí venimos a escuchar las mentiras de siempre», bromeaba uno de ellos. Y aclaraba: «Yo soy militante desde siempre».

En los discursos se volvieron a repetir exactamente las misma bromas, argumentos... Quedan dos días para que acabe la campaña, que casi se ha solapado con la de las elecciones generales y el chicle ya no estira más. Sobre todo cuando se parte desde una casilla complicada y cuesta levantar el ánimo. En los rostros de los protagonistas se puede leer: que acabe esto ya.

El invitado estrella ayer era Teodoro García Egea, secretario general del PP, pero su discurso no lució frente a los demás.

Quien se llevó más aplausos fue Rafael Mateos, el aspirante local al Ayuntamiento cacereño in extremis (ya estaba presentada Elena Nevado como número uno pero hubo cambio de última hora). «¡Alcalde, alcalde!», le vitorearon varias veces desde el público.

La supresión del impuesto de sucesiones fue la propuesta que más alabó el público, que agitó las banderas cuando Monago volvió a repetir eso de que si la Junta de Extremadura está dentro del libro de familia para ser una de las herederas.

EL TREN / «¿ Y ahora qué? ¿Nadie ha dicho nada del tren digno con la soflama que había? ¿Ya se ha arreglado? Hay que tener muy poca vergüenza...», se lamentó el candidato popular por, a su juicio, el silencio de los socialistas en campaña con respecto a las deficiencias del ferrocarril.

Y le tocó el turno a Teodoro García Egea, que le hizo el relevo a Monago en el ataque a Ciudadanos: los acusó también de copiarles el programa. De manera que les lanzó: «Copia esto, Albert Rivera, de nosotros: no pactaré con el PSOE en ninguna comunidad autónoma ni en ningún ayuntamiento».

Ya Pablo Casado insistió en Plasencia que en Extremadura habría un pacto entre los socialistas y la formación naranja. ¿Estará en lo cierto? La respuesta, a partir del 27-M.