"Silvio Berlusconi ha sido siempre conocido por su gran generosidad. Espero que pueda ayudarme a mí y a mi mujer". Este es el desesperado llamamiento que Sergio Cicala, el ciudadano italiano secuestrado en diciembre en Mauritania junto a su esposa, Filomene Kabouree, hace en un mensaje de audio difundido ayer por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). La emisión coincide con el fin del ultimátum que los terroristas dieron al primer ministro italiano para que excarcelara a varios muyahidines a cambio de la pareja. Hoy expiran los 25 días de plazo y también se cumplen tres meses desde el secuestro de los cooperantes catalanes Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta.

El mensaje de Cicala, del 24 de febrero y cuya veracidad no se ha podido comprobar, se acompaña de una foto en la que el rehén aparece de rodillas y custodiado.