Al margen del duelo entre el Barcelona y el Racing de Santander, hubo el martes otra acalorada disputa, pero esta tuvo lugar entre hombres de corbata en el palco del estadio de El Sardinero. El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, le recriminó al presidente del Barça, Joan Laporta, el "flaco servicio" que está haciendo a su equipo con su "deriva política radical". El dirigente del club culé --que no oculta sus ideas independentistas-- se ahorró darle mayores explicaciones y le espetó: "España está machacando a Cataluña".

Ese es el relato de los hechos que hizo Revilla, que ayer lamentó que Laporta esté "a la izquierda de ERC" y se haya "convertido en un radical separatista". El jefe del Ejecutivo cántabro, que solo considera "correcto" que Laporta defienda el independentismo cuando no esté al frente del club azulgrana, añadió que, "pidiendo constantemente la independencia de Cataluña, encabezando manifestaciones ilegales y negando su nacionalidad española", el presidente culé daña la imagen de Cataluña y de un equipo que es "más que un club catalán" y que tiene adeptos en toda España.

ASISTENCIA CANCELADA La rabieta de Revilla fue todavía más lejos. El presidente cántabro canceló ayer su asistencia a un acto en Colombres (Asturias) organizado por el club Habano en el que se iba a distinguir a Laporta para "no compartir mesa" con él. Finalmente, la organización decidió no invitar al presidente del Barça y Revilla asistió al acto. Joan Laporta, por su parte, exigió ayer "respeto" para sus opiniones.