El artículo de análisis político del número de noviembre de la revista Temas para el debate, cuyo Consejo de Redacción preside el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, se manifiesta expresamente en desacuerdo con la posibilidad de que Felipe González ocupe el cargo de presidente de la Unión Europea que prevé instaurar el Tratado de Lisboa.

El texto, firmado por Roberto Dorado, rechaza tanto a González como al exprimer ministro británico Tony Blair y pide "un candidato de izquierdas de verdad".

Dorado comenta que, como primer presidente permanente de la UE, "en la izquierda se manejan los nombres de Felipe González, que no da la sensación de querer volver al ruedo", y de "Tony Blair, personaje ambiguo donde los haya, ni carne ni pescado; brillante, sí, pero oportunista, que se dejó enredar" en la Guerra de Irak, "que compadreó con Aznar" y que además, procede de Inglaterra, que "constantemente ha puesto trabas a la organización política de una Europa unida".

En esta tesitura, "ante un candidato que no parece querer serlo y otro que es un social-liberal y europeísta poco convencido", el autor del artículo considera que "la izquierda debería estrujarse la cabeza y buscar un candidato de izquierdas de verdad y europeísta de verdad".

LA REPÚBLICA CHECA, "ACEPTADA CASI POR LÁSTIMA"

En otro orden de cosas, Dorado se muestra tremendamente crítico con dos de los países que más renuentes han estado a firmar el Tratado de Lisboa: Irlanda y la República Checa.

Del primero dice que "es indignante que un país que ha recibido tantas ayudas y beneficios de Europa se haya permitido el desaire de decir no y exigir luego unas garantías [sobre aborto, neutralidad[ y tratamiento privilegiado [tener un comisario]".

"Igual o más impresentable" le parece a Dorado la oposición de la República Checa, a la que califica de "una recién llegada y aceptada casi por lástima por haber soportado la dictadura estalinista".

En su opinión, su presidente Vaclav Klaus "está demorando la formalidad de firma de la aceptación del Tratado de Lisboa que aprobó su Parlamento hace meses, mediante todas las maniobras que se le ocurren".