El pesar por el gran número de personas que se han quedado sin trabajo a causa de "la seria crisis financiera y económica" protagonizó la felicitación navideña del Rey. En su mensaje televisado del miércoles, se mostró especialmente preocupado por la difícil situación de los parados más vulnerables y por los jóvenes que no consiguen estrenar un primer contrato.

Sin rodeos, desde la autoridad que le confiere la jefatura del Estado, Juan Carlos invitó a los agentes económicos y sociales a reforzar el tejido productivo, "a actuar con rigor y ética, anteponiendo siempre el interés general sobre el particular".

También les animó a intentar que las familias y los ciudadanos recuperen la confianza. Se trata, dijo, de regresar cuanto antes a la senda del crecimiento y de la creación de empleo. Un fin que solo se logrará "si todos tiran del carro en la misma dirección".

LUCHA IMPLACABLE Pero no basta con tirar del carro. El Rey reclamó reglas más eficaces para reforzar la estabilidad y la supervisión del sector financiero, así como una lucha implacable contra el desempleo. En el marco de la crisis, destacó los esfuerzos de las autoridades españolas, europeas e internacionales para corregir la situación. Aunque solo serán eficaces si apoyan "todas" las formaciones. En todo caso, su conclusión no fue pesimista. Si en otros periodos se ha reemprendido el camino con mayor dinamismo, ahora "no debe haber tiempo para el desánimo."

En su larga etapa como rey de España, nunca ha podido tener la satisfacción de aplaudir el final de la banda terrorista ETA. Tampoco este año. Así que la mención de ese objetivo "inaplazable" fue acompañada de lo que se exige para conseguirlo: unidad de todos los demócratas, continuidad en la aplicación de los instrumentos del Estado de derecho y eficiente cooperación internacional, como la demostrada por Francia.

SILENCIOS Ni una palabra dijo sobre las tensiones aún presentes en torno a la financiación. Tampoco sobre los veredictos que aguardan al Constitucional. Además, convencido por su experiencia de que el papel de la monarquía en el exterior es esencial para el país en su mensaje, consideró imprescindible fortalecer las posiciones de España en Europa antes de ocupar la Presidencia de la Unión Europea en el 2010. A su juicio, también necesitan un nuevo impulso las relaciones con EEUU.

Como en otros años, dedicó un recuerdo emocionado a todas las víctimas del terrorismo y a los miembros de las Fuerzas Armadas que han perdido la vida en el exterior. Invitó a aplicar mayores desvelos en los capítulos de la drogadicción o de la violencia de género, y a asegurar la dignidad y la igualdad de todos.

REACCIONES UN día después, el PSOE y el PP valoraron el discurso por sus referencias a la crisis económica, en tanto que IU opinó que el mensaje se sitúa fuera del mundo y algunos nacionalistas echaron de menos alusiones a las autonomías y a la diversidad nacional del Estado.

Todos los partidos resaltaron el llamamiento que les hizo y a los agentes sociales y económicos para "tirar del carro" y afrontar la crisis, y su referencia a la unidad para acabar con ETA.

Que no aludiera el Rey a la diversidad nacional existente en España, que no hablara de la necesidad de llegar a un acuerdo sobre la financiación autonómica y que no reconociera el "exceso centralista" centran las críticas de BNG, CiU y PNV y ERC.

"Una vez más ha demostrado ser el Rey de todos los españoles", dijo ayer en una comparecencia ante los medios el secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando, quien subrayó el llamamiento que realizó para "arrimar el hombro" frente a la crisis.

También aplaudió el discurso el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien afirmó que su partido "comparte al 101% la receta que dio" para "salir de la crisis" basada en el "rigor, el realismo, la ética y el esfuerzo".

Comparte el PP con el Rey la importancia de "la unidad para derrotar al terrorismo, para luchar contra la crisis y contra el paro" y asegura que "un año más nos ha demostrado que vive en la España real en la que vivimos todos".

Algo con lo que no está de acuerdo el coordinador de IU, Cayo Lara, para quien el mensaje es una "sucesión de buenas intenciones con escaso contenido concreto" que "le hace situarse fuera del mundo y los problemas reales" de la mayoría.