JUAN CARLOS y Sofía no querían acudir a Barcelona, para presidir la final Zaragoza-Real Madrid de Copa, sin confortar con palabras de aliento y gestos de cariño a los heridos en la masacre.

Sobrecogidos por las muertes y las tragedias humanas, quisieron dejar constancia con su visita sorpresa que la Corona no olvida a las 201 personas que perdieron la vida, ni a los que intentan recuperarse. Visitaron el Gómez Ulla y el 12 de Octubre.