La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho hoy que el PSOE "se ha metido en todas las crisis que ha podido", como la última en Ponferrada (León), que no se hubiera rectificado, a su juicio, "si no hubiera habido una reacción social" contra el pacto con un acosador.

Sáenz de Santamaría no ha dejado pasar por alto este episodio en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso, donde la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, le ha acusado de no responder "nunca y de nada", ni en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros ni en el Parlamento.

Rodríguez ha señalado que la vicepresidenta rechaza contestar en Moncloa a las preguntas sobre el PP y luego en el Congreso "tampoco responde de la gestión de su Gobierno".

"Aquí le resulta más fácil hablar del partido, pero no del suyo, sino del mío, y de la gestión de anteriores gobiernos socialistas", le ha reprochado Rodríguez.

También se ha quejado de que la vicepresidenta no dijera nada el día en que España superó la cifra de cinco millones de parados cuando se han dado 40.000 millones de euros a la banca, a cargo de la deuda pública, mientras se están haciendo "recortes miserables sobre los más débiles".

Para ilustrar sus palabras ha puesto el ejemplo de algunos dependientes y de sus cuidadores en Valladolid, ciudad natal de ambas, que han pasado de cobrar 400 euros a 40 euros al mes.

"Esto no se arregla con fotos como la que se hicieron todos ustedes con la señora De Cospedal, que parecía más bien la foto del pánico que les provoca a todos ustedes el señor Bárcenas", ha apostillado.

La vicepresidenta ha recogido el guante y ha subrayado: "Tal y como están ustedes les parece muy exótico e inverosímil que un partido se reúna a apoyar todos juntos a su secretaria general", en alusión al acto del pasado lunes con María Dolores de Cospedal, al que asistió el presidente del Gobierno y seis ministros.

Ha querido aclarar además que el ahora líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, también se negaba a hablar de su partido cuando ofrecía las ruedas de prensa en Moncloa como portavoz del Gobierno.

Una vez aclarado ese extremo, ha acusado a los socialistas de no tener criterio y de haberse metido "en todas las crisis que han podido" en los últimos tiempos, "y eso no hay comunicación que lo arregle".

Así, ha precisado que al carecer de criterio en Madrid "no les obedecen en Ponferrada", un caso en el que no sólo ha fallado la comunicación interna y externa, en su opinión, sino también los criterios y los principios.

"¿Si no hubiera habido una reacción social como la que ha habido, hubiera habido rectificación socialista?", se ha preguntado Sáenz de Santamaría.

Rodríguez tampoco se ha olvidado del caso Bárcenas y, aunque no lo ha citado expresamente, ha señalado que "en la calle Génova, después de mentir mucho, ya no responde nadie sobre asuntos terribles de la trama de corrupción que afectan de forma clara" al PP y al Gobierno de Mariano Rajoy.

Según Rodríguez, se trata de un grave problema de corrupción que la prensa internacional dice que afecta a la credibilidad del propio Rajoy, que paraliza la gestión del Gobierno y que dificulta las condiciones para que el país salga de la crisis.

En cambio, Sáenz de Santamaría ha considerado que el Ejecutivo "tiene principios y, sobre todo, tiene muy claros los objetivo del país", que son superar la crisis y crear empleo, para lo cual se puso en marcha una primera oleada de reformas, gracias a las cuales se está ganando credibilidad fuera de las fronteras, como lo demuestran -ha dicho- los datos de déficit exterior, la balanza de pagos o el comportamiento de los mercados