La decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de retirar las tropas españolas de Irak ha desmantelado en la práctica a la Brigada Plus Ultra. Un día después del anuncio realizado por Zapatero, el presidente hondureño, Ricardo Maduro, dio a conocer el repliegue de territorio iraquí de sus 370 soldados, dejando a la Plus Ultra con sólo 680 soldados salvadoreños y dominicanos para garantizar la seguridad de las provincias iraquís de Nayaf y de Al Qadisiya. Mandos militares de la coalición ocupante admitieron ayer que el repliegue de España y Honduras obligará a "redistribuir las tareas", al tiempo que expresaron su temor de que arrastre a otros países con presencia militar.

Maduro sorprendió a los hondureños el lunes por la noche al anunciar por radio y televisión "el retorno inmediato y en el menor tiempo posible" de las tropas hondureñas desplegadas en Irak. Justificó su decisión recordando que los soldados de su país "han cumplido con los objetivos asignados".

La intervención presidencial culmina días de intensas presiones políticas en Honduras, en los que el Comisionado de Derechos Humanos en Honduras, Ramón Custodio, recomendó al Gobierno de Tegucigalpa "la retirada inmediata de las tropas hondureñas para evitar hechos" que se puedan "lamentar".

TAILANDIA SE LO PIENSA Otros países no han anunciado todavía en firme su marcha de Irak, pero no descartan seguir los pasos de España y Honduras. El primer ministro tailandés, Thaskin Shinawatra, dijo que replegará a sus soldados si se produce un ataque con muertos entre sus 440 efectivos. Frente a la decisión española y hondureña, otros contingentes quisieron confirmar su participación en la ocupación militar de Irak.

El ministro de Defensa de El Salvador, el general Juan Antonio Martínez, anunció que la misión de 374 soldados salvadoreños seguirá el calendario previsto, al tiempo que Corea del Sur confirmó su compromiso, materializado hace ya meses, de enviar 3.000 soldados. "Todo lo que puedo decir es que no hay modificación alguna en nuestro calendario oficial", afirmó un alto responsable surcoreano bajo anonimato.

La salida de las tropas españolas y hondureñas de Irak generará no pocos quebraderos de cabeza a los países de la coalición. El ministro de Defensa japonés, Shigeru Ishiba, expresó su temor ante un posible efecto de bola de nieve : "Si España se retira, también es posible que otras naciones digan que su país también".

El jefe de las misiones militares italianas en el extranjero, el general Filiberto Cecchi, manifestó su aprehensión por el hecho de que la Brigada Plus Ultra "ocupe una zona limítrofe con la nuestra", informa Rossend Domènech.

Los mandos militares italianos se preguntaron quién ocupará el vacío dejado por España, que tenía bajo su mando militar dos provincias iraquís, una de las cuales, la de Nayaf, resulta especialmente sensible por ser la ciudad santa de los shiís. El general Cecchi excluyó que los soldados italianos se puedan ocupar del área dejada por los españoles, ya que la zona "es tan grande como Kosovo".

El Gobierno polaco tampoco quiso ocultar su preocupación por la retirada española. El presidente Aleksandr Kwasineski admitió que la decisión de Rodríguez Zapatero "ha complicado la situación en el sector, porque exige una redistribución de las tareas", al tiempo que descartó tajantemente que su país fuera a enviar más tropas a Irak. "Nosotros no estamos en condiciones de enviar más hombres a Irak", dijo.

La retirada ya ha sido pactada en una conversación entre el máximo dirigente militar de la coalición, el general Ricardo Sánchez, y el jefe del Estado Mayor del Ejército español, el general Luis Alejandre Sintes, y se prevé que dure alrededor de un mes, informa Luis Díez.

REACCION DE LOS QUINCE En Europa, la decisión de Zapatero ha generado una reacción comprensiva por parte de los Quince. El ministro irlandés de Asuntos Exteriores y presidente de turno del Consejo de la UE, Brian Cowen, subrayó ayer que "respeta totalmente" la decisión de España de retirar sus tropas. Al término de un almuerzo con Cowen en Dublín, el jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, aseguró que no espera una "confrontación" con EEUU a causa del repliegue, sino "un diálogo constructivo y equilibrado". Moratinos se entrevistará hoy en Washington con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.