Pedro Sánchez sigue haciendo análisis de los momentos más significativos de la crisis del coronavirus. Más de tres meses después de que se declarara el estado de alarma, el presidente del Gobierno quiso mandar ayer un mensaje a aquellas formaciones que durante los momentos más duros de la pandemia criticaron la recentralización de las competencias en sanidad. El líder de los socialistas cargó contra el «egoísmo localista de los partidos nacionalistas» que centraron el debate en temas de poder cuando lo importante era frenar el covid-19, y defendió poner en marcha una «cogobernanza» entre los diferentes organismos que componen el Estado.

«Las instituciones no tratan de ocupar el espacio de otras, sino que tenemos que ser conscientes de qué lugar ocupamos cada uno de nosotros en la gestión de esta pandemia», sentenció Sánchez en un acto celebrado en San Sebastián para arropar a la candidata socialista a lendakari, Idoia Mendia, en las elecciones del 12-J. En una clara referencia a ERC, JxCat, PNV y EH Bildu -los principales partidos que denunciaron la recentralización de las competencias durante la pandemia-, negó que esto hubiera ocurrido y aseguró que la función del Ejecutivo ha sido la de «coordinar» la respuesta a la crisis sanitaria.

‘NO’ AL CENTRALISMO / El presidente del Gobierno explicó que «la fuerza no la da el centralismo», como abogan los viejos ideales de la derecha, ni «tampoco el egoísmo localista de los partidos nacionalistas», sino «la unión de todas las instituciones, de toda la sociedad y de toda la representación política y social». Así, afirmó que el futuro tanto de Euskadi, como de España y de la Unión Europa, pasa por la «cogobernanza».

Para Sánchez, el diálogo y la cohesión no tienen que darse únicamente entre instituciones. «Dado que la hoja de ruta de acoso y derribo de la derecha [al Gobierno] ha fracasado, lo que le pido a la derecha es unidad, unidad, unidad», clamó el jefe del Ejecutivo ante un escaso centenar de militantes debido a las medidas de distanciamiento social. Además, el líder del PSOE se quiso dirigir directamente al jefe de la oposición, Pablo Casado, para plantearle que, «si no quiere apoyar al Gobierno, al menos que no estorbe en la negociación en Bruselas». «Nos estamos jugando mucho», dijo.

Tras criticar las políticas de austeridad y del «sálvese quien pueda» del PP, como hizo el pasado sábado en el arranque de campaña de las elecciones gallegas, Sánchez también pidió a los conservadores que «se sitúen del lado de los intereses del Gobierno de España y no en frente, que es lo que hacen siempre que están en la oposición». «El nuevo tiempo de la política no es el de la confrontación, la provocación, la crispación… El nuevo tiempo de la política es el del acuerdo y las soluciones», concluyó el presidente del Gobierno.

Sánchez también pidió a los conservadores diálogo para encarar la reconstrucción tras la crisis sanitaria, social y económica. Según apuntó, el coronavirus no entiende de siglas o de partidos sino que «entiende de sistemas de calidad públicos y buenos». Por eso emplazó a un entendimiento para reforzar el sistema de salud. Como viene siendo habitual en las últimas semanas, Sánchez pidió precaución para evitar posibles repuntes de contagios. «Los sistemas de salud están funcionando y detectando de manera precoz los rebrotes, pero el virus permanece, está latente y no podemos bajar la guardia», informó antes de insistir en que hay que «aprender a convivir con el virus y no podemos relajarnos».