La dirección general de la Guardia Civil abrió ayer un expediente por posible falta muy grave al secretario general y al secretario de comunicación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Joan Miquel Perpinyá y Juan Antonio Delgado respectivamente, por su participación en la manifestación que la agrupación organizó el pasado 20 de enero en Madrid, a la que acudieron miles de agentes con tricornio y uniforme, cuando lo tienen prohibido.

Como medida cautelar, Interior ha decidido suspenderles durante tres meses de sus funciones, lo que significa que no podrán desempeñar su trabajo y percibirán solo el sueldo base y los trienios, pero no los complementos de sus destinos. Además, ahora se inicia la tramitación del expediente, que puede desembocar en una sanción o archivarse, según fuentes del instituto armado.

HASTA UN AÑO SIN SUELDO Será un instructor del servicio jurídico el encargado de estudiar caso por caso y proponer el posible castigo, aunque la decisión depende del director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida.

La apertura del expediente es por posible incumplimiento del artículo 9.9 del régimen disciplinario, que considera falta muy grave "realizar conductas gravemente contrarias a la disciplina, servicio o dignidad de la institución que no constituyan delito". De apreciarse que cometieron esta falta, podrían ser separados del servicio, perder su salario un año y su puesto en el escalafón.

Tras la manifestación, Mesquida encargó un informe jurídico para determinar las posibles infracciones. Fuentes cercanas al director señalaban que su intención es cumplir la legalidad vigente. Hay que tener en cuenta que la marcha ha creado gran malestar entre los altos mandos del cuerpo, pero también entre guardias civiles de la escala básica que pueden compartir algunas de sus reclamaciones pero no comparten las formas, según fuentes del instituto armado.

Estas mismas fuentes no descartan que la sanción se extienda al resto de agentes que estuvieron en el escenario durante la protesta, de uniforme pero desarmados, aunque creen poco probable que se ampliara a todos los agentes que asistieron con tricornio. El motivo de la concentración, en la que Ramos ejerció de presentador y Perpinyá cerró el acto, era exigir derechos de los que no gozan los guardias civiles y la desmilitarización del cuerpo, así como denunciar que el Gobierno no ha cumplido sus compromisos electorales. El Ejecutivo asegura que las dos leyes prometidas estarán listas antes del 2008. La AUGC no opinó ayer, pero hoy probablemente anunciará protestas.

EL FRENTE MILITAR Por otra parte, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) denunció que el arresto el jueves de su presidente, el brigada Jorge Bravo, es un "ataque frontal" al asociacionismo. El castigo se produce por una rueda de prensa que dio hace 10 meses, pero según AUME se debe a que Bravo participó en la protesta y criticó el sueldo de los militares.