Inició una batalla para defender el apellido de su pueblo, es uno de los políticos más críticos con la Ley de memoria histórica por negarse a retirar símbolos franquistas, y la localidad que gobernaba quedó dividida en dos: quienes secundaban sus ideas y quienes se posicionaban en contra. Ahora las urnas han hablado y le han dado la mayoría absoluta al PSOE en Guadiana del Caudillo (obteniendo 6 de los 11 concejales de este municipio de Badajoz). Así, Antonio Pozo, exPP que se pasó a Vox, ha perdido el bastón de mando en su localidad, uno de los feudos de los populares en la provincia pacense. Aún así, ha logrado 5 ediles con la formación de ultraderecha.

Al presentarse Pozo con Vox, los populares tuvieron que buscar un candidato in extremis, y optaron por Germán López Iglesias, que venía de ser director general de la Policía Nacional cuando Mariano Rajoy era presidente (y antes había sido delegado del Gobierno en Extremadura y concejal del Ayuntamiento de Badajoz). El objetivo era hacer frente a Vox, pero la realidad es que López Iglesias solo obtuvo 66 votos (el 4,13%), de manera que su partido no ha logrado ningún concejal y se queda fuera del consistorio.

Vox, 17 concejales en total

Esos 5 concejales de Guadiana del Caudillo suponen prácticamente el 30% de toda la representación en municipios que ha cosechado el partido de extrema derecha en ambas provincias: la suma final son 17 ediles (hay que tener en cuenta que solo presentaban candidatura en 27 municipios). Han entrado, por ejemplo, en Cáceres, Badajoz, Mérida y Almendralejo.

En el recuento municipal suman, en total, 12.240 votos.

En las ciudades

¿Y a nivel regional? Durante buena parte del escrutinio, a lo largo de la noche electoral del 26-M, Vox aparecía en el arco parlamentario con 2 escaños, ambos por la circunscripción de Badajoz (significaba que iban a entrar Juan Antonio Morales, también exPP, que se presentaba de número uno, y precisamente Antonio Pozo, que iba en el segundo puesto de la lista). Pero a medida que fue avanzando el proceso electoral, fue perdiendo porcentaje de votos, hasta que bajó del 5% (el necesario para entrar en la Asamblea, así lo marca la ley electoral en Extremadura).

La explicación, grosso modo, es que en el recuento autonómico se empieza primero por las localidades más pobladas, y se termina con las más pequeñas. Los votantes de Vox en la región se concentran principalmente en las ciudades, por eso en un primer momento la formación de ultraderecha se postulaba como una más para ocupar asientos en la Asamblea; pero empezó a desinflarse y desapareció.

La realidad es que si bien a las elecciones generales el partido que lidera Santiago Abascal acudía con gran ímpetu, ese efecto ha perdido fuerza en las municipales y autonómicas. Como prueba, los resultados.