El cerebro de los atentados del 11-M, Sarhan Ben Abdelmajid, El Tunecino, es uno de los cinco terroristas que el sábado se inmoló en una vivienda de Leganés cuando la policía le tenía cercado. La policía considera que, tras el suicidio colectivo de los integristas, ha quedado descabezada la célula que preparó y cometió la masacre de Madrid.

Aparte de El Tunecino, señalado por el juez Juan del Olmo como el director y coordinador del 11-M, los otros terroristas suicidas son Jamal Ahmidan, El Chino, también considerado uno de los jefes de la célula, Abdenabi Kunjaa y Asri Rifaat Anouar. Un quinto terrorista inmolado aún no ha podido ser identificado.

RESTOS EN LA PISCINA La policía científica y los forenses trabajaban ayer a marchas forzadas para terminar con la identificación de los restos. El reconocimiento de El Tunecino fue sencillo. La explosión le amputó un brazo, pero se le pudieron tomar las huellas de los dedos. Esa prueba resultó positiva. Con el resto de los suicidas no ha sido posible aplicar el mismo sistema, ya que sus restos quedaron esparcidos por la casa y volaron a techos de inmuebles colindantes, copas de árboles y hasta aparecieron en la piscina comunitaria del edificio, que fue vaciada.

Los forenses, sin embargo, sostienen que en la explosión han muerto cinco personas porque encontraron 10 extremidades. Sin embargo, los pesos de los restos hallados no se correspondían todavía con los de cinco personas. A pesar de ello, los técnicos distribuyeron esos restos humanos en cinco bolsas, enviadas al Instituto Anatómico Forense.

LA FUGA QUE NO EXISTIO Tras este descubrimiento, fuentes policiales sospechan que en esta operación policial no logró huir ningún terrorista, como pensaron el mismo sábado. Los agentes acudieron a Leganés con el convencimiento de que iban a detener a una célula integrada por cinco personas. Y cuando se desplegaron en el municipio vieron "salir corriendo a uno", por lo que creyeron que era un sospechoso que huía.

En los próximos días se esperan nuevas detenciones, aunque en principio todo indica que se trataría de colaboradores de la célula desarticulada. La policía también tiene previsto comenzar a "fichar" a todas las personas que consideran sospechosas. "Lo importante es seguir machacando", subrayaron las fuentes consultadas, que se negaron a desvelar los mecanismos que han empleado para localizar a los suicidas. No obstante, confirmaron que les encontraron al seguir el rastro de las tarjetas de los teléfonos móviles que compró el marroquí Jamal Zugam, preso como uno de los autores materiales de la matanza. Ese rastreo les situó en una zona entre Fuenlabrada y Leganés.

UN FUNCIONARIO Fuentes de la investigación también desvelaron ayer que el dueño de la vivienda en la que se suicidaron los terroristas es un funcionario del Ayuntamiento de Leganés. El propietario, según esas fuentes, la alquiló a unos árabes que podrían ser amigos o familiares de los terroristas, ya que es improbable que los inmolados realizaran directamente las gestiones.

Fuentes policiales informaron ayer de que los terroristas suicidas emplearon casi 20 kilos de explosivos en su suicidio. Además, uno de ellos se colocó un cinturón con otros dos kilos de goma 2 eco, el explosivo empleado en los atentados del 11-M y en la vía del AVE Madrid-Sevilla. Los agentes también encontraron en el piso dos mochilas escondidas en un armario, otros 10 kilos de explosivo y 200 detonadores de cobre.

El ministro del Interior, en funciones, Angel Acebes, dio por "detenidos o muertos" a los miembros de la célula del 11-M. Y aseguró que esos terroristas estaban preparados para continuar con su oleada de dolor. También afirmó que los explosivos encontrados en Leganés les relacionan con la bolsa que el viernes estuvo a punto de hacer saltar por los aires el AVE Madrid-Sevilla.

La policía difundió ayer la identidad de tres nuevos sospechosos. Se trata de Amer El Aziz, Sanel Sjekirica y Rabei Osman Ahmed. Sus fotos se han incluido en el cartel donde figuran los seis terroristas sobre los que pesa una orden de busca y captura internacional.

Los vecinos de la calle de Irene Fernández, donde se produjo la explosión, no han podido volver a sus casas. Arquitectos del Ayuntamiento de Madrid han de decidir si demuelen el edificio.

El presidente en funciones, José María Aznar, y el presidente electo, José Luis Rodríguez Zapatero, presidieron el funeral del geo Javier Torronteras. El pueblo de Leganés ha sido convocado a una manifestación por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Mientras tanto, fuentes policiales aseguraron ayer que con el explosivo encontrado en Leganés ya les salen las cuentas sobre la cantidad de goma 2 eco que los terroristas islámicos compraron al exminero José Emilio Suárez Trashorras. No obstante, evitaron lanzar las campanas al vuelo.