La revista TIEMPO desvela este viernes nuevos documentos con motivo del 80 aniversario del inicio de la Guerra Civil que demuestran la malversación de fondos y donativos del bando franquista.

La financiación obtenida mediante donativos con fines en principio benéficos alcanzó cifras millonarias. Según un documento encontrado por la revista, el departamento de contabilidad de la Dirección General de Beneficencia y Obras Sociales del Ministerio de la Gobernación resumía los saldos de las cuentas con los fondos de las cuestaciones realizadas. Al finalizar la guerra, estos ascendían a casi 240 millones de pesetas de la época, lo que podría suponer unos 2.800 millones de euros actuales.

La parte más importante se encontraba en el denominado Fondo Central de Protección Social, en el que quedaban aproximadamente 202 millones de pesetas, 75 de ellos en una cuenta en valores. El Fondo Social del Subsidio al Combatiente guardaba 28,3 millones; la cuenta Pro Aguinaldo al Combatiente, 5,4 millones; mientras que la cuestación de Auxilio a Poblaciones Liberadas tenía 2,7 millones y la llamada Cruzada contra el Frío, 94.495 pesetas. Otras cuentas descubiertas por TIEMPO harían ascender esta cantidad hasta 300 millones de pesetas, lo que hoy serían unos 3.400 millones de euros. Sumadas a las señaladas hasta ahora por los historiadores, 400 millones de pesetas más, elevarían la cifra hasta lo que hoy serían 8.100 millones de euros. Se trata de la cifra mínima, ya que hubo más que aún no han sido cuantificadas.

Estos datos solo corresponden al dinero que quedó al final de la guerra, por lo que los fondos manejados por cuestaciones durante la contienda alcanzaron cifras mayores. En cuanto a otras suscripciones cuya pista ha podido reconstruir en parte esta revista, destaca que Franco tuvo durante años a su disposición varias cuentas de donativos que manejó a su antojo. Estas cuentas, según la documentación existente en Salamanca y que sacó a la luz TIEMPO, sumaban más de 34 millones de pesetas (lo que se correspondería con 388 millones de euros actualizados según los cálculos más conservadores, y que según otros podrían alcanzar los 3.000, incluidos los intereses que se podrían haber cobrado hasta la fecha) al finalizar la guerra, de las que quedaban solo 22,8 millones de pesetas al terminar el año 1959.