El Tour decidió ayer anular a todos los efectos el acuerdo con Batasuna para que el euskera fuera cooficial en la 16 etapa de la ronda francesa, entre Pau y la localidad vascofrancesa de Baiona. El director de la prueba, Jean Marie Leblanc, dio por muerto y enterrado el pacto después de que se lo reclamaran tanto el Gobierno de José María Aznar, que también trasladó su queja al Ejecutivo francés, como el Parlamento Europeo.

Los organizadores del Tour expresaron el sábado su disposición a revocar el pacto para intentar "apaciguar" el enfado español. Ayer, en la línea de meta, una vez finalizada la segunda etapa, un Leblanc irritado escribió de su puño y letra el comunicado que sentenciaba el convenio.

NINGUNA SIMPATIA

El comunicado explica que el Tour acordó con las asociaciones con base en Francia Euskal Herrian Euskaraz y Batasuna el uso del euskera durante la llegada a Baiona, como ya hizo en 1996 en Hendaya y en 1992 en San Sebastián. Pero, prosigue, "debido a la conmoción producida en España", ha decidido "anular el acuerdo". La dirección aclara también que no siente "ninguna simpatía o complacencia por una organización terrorista instalada en suelo español".

La anulación fue acogida con gran satisfacción por el Gobierno del PP, que había puesto toda su maquinaria en marcha para frenarlo. La ministra de Exteriores, Ana Palacio, trasladó la preocupación del Ejecutivo de Madrid a su homólogo francés, Dominique de Villepin, quien a su vez la hizo llegar a la dirección del Tour. El embajador de España en París, Francisco Javier Elorza, también pidió ayer a Leblanc que rescindiera el acuerdo.

El Europarlamento también había tomado cartas en el asunto. El presidente comunitario de la comisión de Cultura y Deporte, el francés Michel Rocard, acordó ayer enviar una carta a Leblanc, para pedirle la ruptura del pacto por considerarlo incompatible con los principios y las normas europeas. La decisión se produjo a petición de los eurodiputados españoles Theresa Zabell (Grupo Popular) y Pedro Aparicio (Grupo Socialista).

La satisfacción del PP contrastó con el enojo de los nacionalistas vascos. El PNV tachó de "patética" la decisión, consideró que es una "nueva agresión" al euskera y opinó que los organizadores se han dejado "presionar" por el PP.

USO DEL EUSKERA

EA también lamentó que el Tour haya caído en la "trampa" de Aznar y pidió que, al margen del pacto, la prueba muestre su respeto por el euskera. Los socialistas vascos coincidieron en esta petición. A su juicio, debería mantenerse el uso del euskera, dejando claro que no es fruto de un acuerdo con "una organización que ampara y justifica" el terrorismo.

El Foro de Ermua ofreció una alternativa: que los carteles de la carrera exhiban "ETA no" y dedicar la etapa a las víctimas del terrorismo, informa Ana Garbati.