El tiempo pone las cosas en su sitio. Fue la reacción ayer del Gobierno y del PSOE tras la decisión del Tribunal Supremo de absolver a los tres policías que fueron condenados a raíz de la detención de dos militantes del PP por agredir al exministro de Defensa José Bono en una protesta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) en el 2005.

El alto tribunal tomó esta decisión por mayoría. El magistrado conservador Manuel Marchena formulará un voto particular. En la sentencia se da la razón al fiscal, al abogado del Estado y a los agentes que pidieron que se anulara la condena, que oscilaba entre los cinco y los tres años de prisión por detención ilegal, coacciones y falsedad, que les impuso la Audiencia Provincial de Madrid en mayo del 2006.

Los magistrados han aceptado los alegatos de la fiscalía. En su escrito de impugnación, el ministerio público criticó a los jueces de la Audiencia Provincial por haber castigado por coacciones a los agentes cuando no habían sido acusados por ese delito. Respecto a la detención ilegal, el fiscal defendió el arresto al haberse producido, en su opinión, un atentado contra un ministro y consideró que fue proporcionado. Por este motivo, la fiscalía descartó que se les pudiera condenar por falsedad, ya que ese delito se habría cometido para encubrir una detención ilegal y unas coacciones que, a su juicio, no existieron.

El Supremo ha asumido esa argumentación y ha decidido anular la sentencia de la Audiencia de Madrid. La deliberación ha sido complicada. Por este motivo, el tribunal adelantó ayer el fallo y en los próximos días hará pública la sentencia, que aún no ha sido redactada.

La decisión fue acogida con satisfacción por el PSOE, que soportó durante meses un acoso implacable del PP. El afectado, José Bono, celebró la resolución judicial. "El Tribunal Supremo nos da una esperanza frente a aquellos que se ponen la justicia por montera", subrayó. Además, recordó lo que vivió en esa manifestación: "Me insultaron, me llamaron asesino y traidor, y me golpearon". Y acusó al PP de propiciar la condena de los agentes.

LAS PETICIONES Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se alegró de que "el tiempo ponga las cosas en su sitio". El dirigente socialista Diego López Garrido pidió al presidente del PP, Mariano Rajoy, que "pida perdón" y restituya el honor de los policías "injustamente calumniados". Sin embargo, en el PP prefirieron guardar silencio.

El excomisario Rodolfo Ruiz, uno de los tres condenados, declaró que se sentía muy feliz por la decisión del Supremo. "Ha sido como salir de una pesadilla después de tanto daño". También celebró que el tribunal haya reparado su honor.