Un nuevo episodio de la denominada crisis de las embajadas ocurrió en la madrugada del martes cuando dirigentes castristas y miembros prominentes de la disidencia cubana asistieron simultáneamente a fiestas muy próximas organizadas por las embajadas de Argentina y España, respectivamente.

Una representación del Gobierno cubano, con el vicepresidente Carlos Lage al frente, acudió a la residencia del embajador de Argentina. Muy cerca, en el barrio de Cubanacán, los más reputados dirigentes de la disidencia, entre ellos Oswaldo Payá, Elizardo Sánchez y Eloy Gutiérrez Menoyo, fueron invitados por España a una recepción oficial. Al salir de las fiestas, los invitados casi tropiezan. La crisis de las embajadas se desató en junio, cuando la UE anunció que invitaría a los opositores a sus fiestas nacionales en protesta por la campaña de represión contra la disidencia.