Incertidumbre y contrariedad. Estos sentimientos marcan el estado de ánimo de la dirección de TVE que, a partir del 2010, dejará de tener publicidad y entrará en un modelo totalmente diferente, y sobre el que no existen precedentes. ¿Cómo se llenarán los 9 minutos de anuncios por hora que tienen en TVE-1 y La 2 ahora? Estas más de siete horas diarias, ¿qué coste de producción tienen? La difícil respuesta a estas dos cuestiones ha provocado más que contrariedad en la cúpula de TVE, que llegó a la corporación con un plan de trabajo y de estructura empresarial que no tiene nada que ver con el que le obligan a aplicar ahora.