Los líderes de la Unión Europea (UE) adoptaron ayer un plan para garantizar un suministro de gas y electricidad "seguro y a unos precios asumibles". El objetivo es que, al concluir el año 2015, no haya ya ningún país de la UE que quede aislado de las redes transeuropeas de gas y electricidad, para que no puedan volver a repetirse los problemas de suministro que ocurrieron durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, que dejó a media Europa sin gas en pleno invierno de enero del 2009.

El plan europeo tendrá cuatro ámbitos de actuación: la diversificación de los sistemas de producción con las energías renovables para reducir su dependencia del gas de Rusia y del petróleo de Oriente Medio, la diversificación de las vías de aprovisionamiento, la interconexión transfronteriza de las redes nacionales para facilitar la circulación de gas y electricidad dentro de la UE y el ahorro en el consumo energético.

Los Veintisiete acordaron "modernizar y expandir las redes de infraestructuras energé- ticas e interconectar las redes nacionales a través de las fronteras", pero sin comprometer ninguna cantidad concreta de fondos públicos europeos o nacionales en esas inversiones.