El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ratificó ayer el compromiso de su partido para "recuperar la identidad" de Euskadi y dar a los ciudadanos la oportunidad de decidir "qué es lo que tiene que ser este pueblo", en referencia al ejercicio del derecho de autodeterminación.

El presidente nacionalista expresó la determinación del PNV de "construir puentes" para "construir un pueblo" basado en los valores de identidad, democracia y "respeto a la persona". Urkullu participó en un multitudinario acto en Zumárraga para celebrar el centenario del nacimiento del partido en Guipúzcoa, al que asistió el presidente de la Ejecutiva de este territorio, Joseba Egibar, y quien fuera el máximo responsable del partido, Xabier Arzalluz, entre otros.

Egibar destacó la "vocación de servicio" de su formación que, según afirmó, está "pegada al pulso del pueblo, de la sociedad y de su problemática", lo que unido a sus más de 100 años de experiencia, le permiten "proponer estrategias de futuro".

Durante la jornada, que tuvo un marcado carácter festivo, los peneuvistas renovaron el juramento que el 31 de julio de 1995 aprobó el partido para celebrar su centenario. En ese documento, el PNV subraya que "los vascos de los siete territorios", en alusión a Euskadi, Navarra y el País Vasco francés, constituyen un "mismo pueblo unido por su origen y por su voluntad, dueño de sí mismo". En sintonía con las aspiraciones independentistas establecidas en los estatutos del PNV, el documento advierte de que el partido no reconoce más soberanía que la vasca: "La libertad y la justicia son bases de nuestra convivencia. Jamás aceptaremos tiranía ni servidumbres, como jamás las aceptaron nuestros mayores".

Además de la lectura del comunicado, se proyectaron varios vídeos con imágenes de la historia del partido y con testimonios de simpatizantes nacionalistas en el extranjero.